Opinión

Educación para un mejor país

“Estudiar y esforzarse por ser buen estudiante abre tantas puertas como las que puedan imaginar, no solo para obtener un buen trabajo, sino para soñar más alto, para estudiar en el extranjero y para ser parte de la construcción de un mejor país”.

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De nuevo algunos maestros del sector público, en especial los líderes sindicales, regresaron a las calles en busca de más recursos. Dejan de dar clases, bloquean el tránsito y acosan al gobierno solicitando aumentos sin dar nada a cambio. Ya tuvieron su pacto colectivo con el Partido Patriota que otorgó en forma masiva incrementos por tres años consecutivos: 8% el primero, 10% el segundo y 12% el tercero. Lamentablemente sin ningún resultado para el aprendizaje de los alumnos, ya que lejos de ampliar la cobertura y mejorar la calidad, menos niños están asistiendo a la escuela y su desempeño es mediocre.

Sin embargo, debemos reconocer el trabajo que hacen muchos maestros y maestras, como alumnos para buscar la excelencia y aprender más. Tuve la oportunidad de compartir con comunidades educativas la premiación del XXVI Concurso de Ortografía que organiza Industrias de la Riva, una prueba que muestra que en el país hay personas comprometidas con la calidad educativa. Se notaba la motivación de muchos docentes que buscan la excelencia de sus   alumnos,   padres y madres que apoyan a sus hijos a mejorar y   de jóvenes que se dedican a estudiar y participar para ganar.

Este año hubo mil 206 jóvenes y varios obtuvieron excelentes notas y resultados. Participaron de varios departamentos y con dedicación y esmero se sometieron a las pruebas. Bonito ver a los distintos establecimientos compartiendo y disfrutando del procedimiento. Lo complejo es realizar que aprender a leer, escribir y hacer cuentas, ya no es suficiente para el éxito en este mundo complejo. Las   competencias que demanda el siglo XXI son más sofisticadas como el pensamiento crítico, la creatividad, trabajar y coordinar con otros, contar con inteligencia emocional y criterio, tener orientación al servicio y flexibilidad cognitiva –razón por la que urge un cambio.  

El testimonio de Omaira Ixtecoc Rodríguez, de Salamá, Baja Verapaz, fue impactante. Ella proviene de una familia de escasos recursos, sin embargo nunca ha dejado de soñar con tener más y mejor educación. Sus padres trabajaban y ella cuidó de sus hermanos. Su padre siempre les preguntaba qué libro estaban leyendo y los exhortó a ser buenos alumnos. Destacó por ser dedicada en sus estudios y varias veces fue parte del cuadro de honor. Luego del tercero básico, su aspiración era estudiar para maestra y   decidió juntamente con su hermano venir a la capital a educarse. Ingresó a la Escuela Normal para Maestras de Educación para el Hogar. Vivían en un cuarto, con poco dinero y escaso tiempo, sin embargo logró graduarse de maestra y con honores. Inició en la universidad estatal a estudiar y luego obtuvo una beca en 2011 en la Universidad Francisco Marroquín. “Estudiar y esforzarse por ser buen estudiante abre tantas puertas como las que puedan imaginar, no solo para obtener un buen trabajo, sino para soñar más alto, para estudiar en el extranjero y para ser parte de la construcción de un mejor país”, comentó Omaira.

Debemos   decididamente cambiar la formación y el aprendizaje de los jóvenes que son el presente y futuro del país. No debe cederse a las presiones del sindicato, sino de forma determinante trabajar en reformas educativas profundas y en un nuevo modelo de gestión para que todos los niños y jóvenes sueñen y logren sus sueños. ¿Qué opina de las protestas de los sindicalistas? ¿Qué debiera hacer el Presidente al respecto? ¿Cómo mejoramos el sistema educativo del país?

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