Opinión

Queremos una nueva etapa

“La presentación del informe ‘El financiamiento de la política en Guatemala’ confirmó la corrupción y el tráfico de influencias que se genera alrededor de las campañas políticas. Presenta en forma sucinta un sistema degenerado y viciado, donde el dinero –en su mayoría ilícito– compra voluntades e inyecta recursos para favorecer a unos cuantos politiqueros”.

“Que nos devuelvan lo que nos han robado, urge transformar el estado” era uno de los lemas en la Plaza de la Constitución el sábado pasado. #ProtestARTE fue un evento donde artistas donaron su tiempo para seguir motivando a los guatemaltecos a participar en las manifestaciones y presionar para lograr la reforma de la Ley Electoral y de Partidos Políticos.

Sí que fue una semana de sorpresas. Los jueves de CICIG se han convertido en días de CICIG. Posiblemente lo que más impactó fue la solicitud de antejuicio a dos diputados y al candidato a la Vicepresidencia del partido Líder, acusados de colaborar con una red de lavado de dinero cuyos montos podrían ascender a Q937 millones. Difícil creerlo, en especial porque el candidato a Vicepresidente se percibía como un hombre técnico, profesional de carrera, que aportaría conocimiento y capacidad si llegara al cargo. Preocupa enormemente que más políticos estén involucrados, especialmente porque él formó parte del equipo económico del partido UNE, fue superintendente de Bancos de 2008 a 2010 y presidente del Banco de Guatemala de 2010 a 2014.

Este hecho vino a mover todas las piezas del mapa electoral, específicamente si la Corte Suprema de Justicia decide retirar el antejuicio al candidato a la Vicepresidencia, ya que perdería la inmunidad y tendría que someterse a una investigación. Entonces ¿le tocaría al TSE decidir? Ejercicio jurídico por resolver dentro del Estado de Derecho y siguiendo el debido proceso.

Recomendados

Adicionalmente, la presentación del informe “El financiamiento de la política en Guatemala” confirmó la corrupción y el tráfico de influencias que se genera alrededor de las campañas políticas. Presenta en forma sucinta un sistema degenerado y viciado, donde el dinero –en su mayoría ilícito– compra voluntades e inyecta recursos para favorecer a unos cuantos politiqueros, quienes, organizados en redes de funcionarios, diputados, alcaldes, “neoempresarios” y algunas ONG, han consolidado estructuras, recursos y poder. Usan los partidos como vehículos, “termina el partido pero continúa el político”. También se evidenció que tres de los partidos que participan han superado el límite de recursos permitidos de la campaña, por lo que habría que actuar.

Este informe también ha sacudido al Congreso, cuyos integrantes han iniciado una jornada de trabajo histórica para llegar a una sola propuesta y modificar la Ley Electoral y de Partidos Políticos. Se desea mejorar el uso de los recursos de las campañas, abrir oportunidades a grupos capaces, buscar más equidad en la contienda y fortalecer al TSE. Esperamos una buena reforma, que ponga en blanco y negro procesos que cambien los incentivos; pero igual debe aplicarse la ley, por lo que se demanda un cambio radical de conducta de parte de los funcionarios.

En un foro reciente de la sociedad civil donde se cuestionaba qué hemos hecho y hacia dónde vamos, se identificó que, aunque son momentos de oscuridad, indignación y frustración, también hay energía, motivación y esperanza. Sin embargo, hubo consenso que hay ausencia de liderazgo y falta de diálogo entre sectores. Es indispensable lograr acuerdos mínimos para salir adelante y mantener la paz. Coincidimos en que la incertidumbre mata, pero mejor que todo se destape.

“Queremos una nueva etapa”, decían en la plaza en la semana número 13 de protestas. Es ahora o nunca, así que para adelante. ¡Ánimo, pueblo! ¿Cómo se siente ante esta crisis política? ¿Vendrán más sorpresas? ¿Cuál será el siguiente caso?
 

Tags

Lo Último


Te recomendamos