Opinión

Revitalizar el diálogo

José Carlos Sanabria / Politólogo y analista de Asíes

El diálogo es un instrumento democrático útil para contribuir a la paz, armonía y la gobernabilidad. En los últimos años, los espacios de diálogo se han deslegitimado, principalmente porque han sido utilizados en momentos de crisis para disminuir las tensiones coyunturales, y no para encontrar soluciones al problema.
Desde mi perspectiva, en un marco democrático, la solución de conflictos se debe desarrollar por mecanismos democráticos y no autoritarios. El diálogo es uno de estos instrumentos que como sociedad debemos utilizar, en el contexto de conflictividad y tensión social, que se vive en algunas partes del país, para promover la paz, armonía y gobernabilidad.
En el marco de la V sesión anual del Seminario permanente sobre Estado y sociedad en un contexto multicultural, impulsado por ASIES, se presentó el informe “Diálogo: señal de nuestra existencia. Retal Qatzij. Concepción, uso y manejo del diálogo por las autoridades indígenas”, que se encuentra disponible en la página web de ASIES (www.asies.org.gt).
El objetivo del documento es contribuir a la comprensión de las lógicas institucionales y culturales del diálogo público y sus desafíos. Para ello se analizó la experiencia de diálogo comunitario en la municipalidad indígena de Sololá y en el Consejo de alcaldes comunales de los 48 cantones de Totonicapán.
El propósito central del Seminario es contribuir con aportes para mejorar la relación entre el Estado y las comunidades indígenas, partiendo de valiosos insumos identificados en la tradición ancestral del “diálogo” comunitario que aún se practica en Guatemala.
En las comunidades estudiadas, el diálogo es una parte sustantiva del orden político, con que funciona el poder, y se encuentra muy institucionalizado, ordenado y coordinado. El diálogo se constituye en un valor moral, en un principio de organización institucional y en una metodología, que lo concretiza y le da vida. Además, el diálogo está socialmente muy valorizado, y da un termómetro del comportamiento político de sus líderes, del funcionamiento de las instituciones del Estado y otros actores en la comunidad.
El informe resalta que no hay distancia cultural que haga lejana la manera K’iche’ y kaqchikel de comprender el diálogo y la deliberación pública, tampoco son extrañas las habilidades y destrezas que deben cultivarse para hacerlo funcionar. Es decir, en las prácticas ancestrales del diálogo, se identifican principios universales de la democracia participativa y representativa, que incluso se encuentran contemplados en nuestro sistema político.
Por otro lado, se detalla que el diálogo es un ideal cultural y un ideal político, que no quiere decir que este funcione todo el tiempo y en todos los casos, pero hay que insistir en el diálogo una y otra vez, porque da una perspectiva global y una visión de futuro.
La discusión no se agota aquí. La V Sesión del Seminario busca estimular el estudio y el debate sobre la importancia del diálogo, como instrumento político, para promover la estabilidad, paz, armonía y gobernabilidad. Revitalizar el diálogo pasa indudablemente por generar espacios en los cuales las partes interesadas, se sienten en la mesa con la plena voluntad de buscar y encontrar soluciones. Por ello, la invitación es para todos los lectores de Publinews a que conozcan el estudio y saquen sus propias conclusiones.

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