Opinión

María del Carmen Aceña

Al maestro con cariño

Investigadora del Centro de Investigaciones Económicas Nacionales (CIEN) Investigadora del Centro de Investigaciones Económicas Nacionales (CIEN)

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Hace unos días conversaba con unas maestras. Me comentaban lo satisfechas que estaban respecto de los logros de sus alumnos y alumnas, luego de varios años de practicar la docencia. “Una es abogada y otro arquitecto, también hay unos que se graduaron de ingenieros”, me decía muy contenta una de ellas. Rápidamente buscó una computadora y me mostró cómo sus alumnos escribieron sus sueños e hicieron sus planes, y los colgaron en las redes. ¡Hoy son una realidad!

Esta semana, 25 de junio, se celebra el día del Maestro. Ser maestro o maestra no es tarea fácil. Requiere de muchas cualidades y competencias para realizar su tarea, y considerable esfuerzo para lograr que los alumnos aprendan. Debe preparar su clase, impartir el curso y luego corregir tareas. Adicionalmente, en varias oportunidades será consejero de jóvenes y niños, especialmente cuando tienen desafíos en su hogar.

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La educación es fundamental para el desarrollo. Es prácticamente la única herramienta para salir de la pobreza. A veces se piensa que se puede solucionar la pobreza con regalos y dinero, y que al maestro se le puede sustituir por una computadora. Pero no es así. A pesar de que vivimos en una era llena de información, comunicación y tecnología, nos hace falta lo más importante para aprovechar estos recursos: el criterio. Formar el criterio es preparar a una persona a hacer buen uso de su vida, sinónimo de prepararle para que sea feliz. He aquí la importancia del docente.

Los niños y los jóvenes requieren más que nunca orientadores. Los maestros y las maestras son agentes de cambio. Adicional a las materias que imparten, pueden motivar a los alumnos a buscar la excelencia, formarlos en valores, originar sueños, enseñarles a establecerse metas y guiarlos desde pequeños a diseñar planes de vida con grandes aspiraciones.

En Guatemala tenemos muchos maestros y maestras, la mayoría de vocación y con deseos de superación. Lamentablemente, nuestro sistema público no atrae, recluta y retiene a los mejores. Varios de los que han logrado ingresar en el sector público fueron referidos y no compitieron por su plaza. El mérito es clave para la superación y motivación del docente. Es por ello que las reformas educativas son importantes para poner a la vanguardia al maestro, mejorar su autoestima y desarrollar una profesión.

Hay maestros excepcionales que inspiran a otros. La Orden Francisco Marroquín del Ministerio de Educación ha galardonado a muchos de ellos; docentes que por décadas formaron y educaron a varias generaciones. También está el Premio Maestro 100 puntos, que desde hace nueve años ha reconocido docentes ejemplares por sus buenas prácticas en el aula. Se encuentran maestros y maestras muy creativos que han diseñado desde una nueva metodología para aprender a leer, enseñar la matemática enforma divertida, hasta usar la computadora para impartir clases de música y danza. http://goo.gl/DEkj4a

A todos los maestros y las maestras, felicidades en su día. Un agradecimiento por su entrega y dedicación hacia los niños, niñas y jóvenes guatemaltecos. Lo invito a que esta semana felicite a todos los docentes que pueda. Muéstreles su cariño y admiración por su labor. Aproveche para exhortarlos a continuar su trabajo con amor, alegría y sabiduría.

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