Opinión

María del Carmen Aceña

Jubilaciones dignas.

Si usted aún no es de la tercera edad –mayor de 65 años–, le hago la pregunta ¿ha pensado en su jubilación? A muchos les llega sin planificar y puede ser difícil sobrevivir, razón por la que se diseñaron los programas de previsión social. Estos programas buscan asegurar que durante la etapa de mayor productividad, las personas puedan destinar parte de su ingreso para financiar futuros periodos de necesidad en los que no se cuente con la capacidad de generar recursos.

 María del Carmen Aceña Investigadora Asociada CIEN María del Carmen Aceña
Investigadora Asociada
CIEN

Los principales fundamentos de un programa de previsión social son: su forma de financiamiento, la población que cubre y los beneficios que brinda. Si bien es cierto que el principal objetivo es asegurar ingresos cuando se pierde la capacidad de generarlos, también es cierto que su financiamiento debe ser sostenible..

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El sistema de previsión social en Guatemala está compuesto por cuatro programas base: el Programa de Invalidez, Vejez y Sobrevivencia (IVS) del Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS), el Régimen de Clases Pasivas Civiles del Estado (CPCE) y el Instituto de Previsión Militar (IPM). Adicionalmente existen más de 10 programas complementarios y el programa no contributivo del Adulto Mayor. Se estima que estos programas apenas llegan a un 25% de la población trabajadora -alrededor de 1 millón y medio de personas. Es decir, la mayoría de la población económicamente activa no está cubierta..

El régimen de CPCE que cubre a los jubilados especialmente del Organismo Ejecutivo es de reparto simple o financiamiento sobre la marcha, es decir, lo que los trabajadores aportan mes a mes es utilizado para pagar las pensiones de los trabajadores ya retirados.

Según un estudio de CIEN de hace unos años, este régimen contaba con aproximadamente 220,000 cotizantes y el número de pensionados se había incrementado 86% en 14 años (periodo 1996-2009). También se identificó que los recursos que los trabajadores afiliados aportaban no alcanzaban para financiar los beneficios de los jubilados. De los Q. 2,400 millones que reportaba la Oficina Nacional del Servicio Civil como costo de las pensiones para el año 2009, los trabajadores pagaron menos de Q. 1,000 millones, lo que significa que mas de Q. 1,400 millones fueron financiados por medio del presupuesto.

Este desbalance se debe a la “generosidad de las prestaciones” y de los actuales requisitos de acceso que son poco estrictos. Por ejemplo, una persona que comenzó a trabajar a los 18 años de edad, que ganaba menos de Q. 5,000 puede jubilarse a los 48 años con el 100% de su sueldo promedio de los últimos 5 años (con 30 años de servicio). La esperanza de vida es aproximadamente de 68 años para los hombres y 75 años para las mujeres. Al llegar a los 60 años se espera vivir en promedio 15 años más. Dadas estas condiciones, puede resultar que el régimen se vea obligado a pagar una pensión por más de 25 años si las personas se jubilan a los 48 -hasta puede superar el número de años trabajados. Como este régimen no tiene reservas y los ingresos no alcanzan para pagar las pensiones, cada año se requieren más aportes fiscales.

Recientemente se presentó en el Congreso una iniciativa para modificar este régimen, pero lejos de cambiar su forma de financiamiento, de poner más controles y moderar los beneficios, lo que pretende es aumentar la pensión mínima, lo que implica que cada año se requerirá más dinero para pagarles, sin resolver el problema de fondo.

En resumen, este sistema no es sostenible en el tiempo ya que más de la mitad de los recursos son pagados con impuestos. Para su mejora debemos ir vinculando los beneficios recibidos con los aportes realizados al sistema. Ideal es que los nuevos cotizantes abran una cuenta individual, y por medio del ahorro a lo largo de la vida laboral logren generar recursos y programas dignos de jubilación. Los recursos que hoy se están destinando a los jubilados del estado se pudieran en convertir en más y mejores programas de salud y educación e inversión pública. ¿Cuál es su postura?

Reflexión

“Con la muerte de Chávez, el panorama se pintó distinto. Su sucesor Nicolás Maduro le ha tocado un horizonte diferente”.

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