Lastrados por la falta de oportunidades, la violencia y la pobreza, que los empuja a migrar masivamente de Guatemala, los jóvenes oscilan entre la esperanza y la duda ante el balotaje presidencial del próximo domingo, 20 de agosto.
Sandra Torres y Bernardo Arévalo se medirán para suceder al mandatario Alejandro Giammattei tras una campaña tensa, en especial por la arremetida de la Fiscalía Especial Contra la Impunidad (FEC) contra Semilla, el partido de Arévalo. Su inesperado pase a segunda vuelta sacudió el tablero electoral y animó a muchos jóvenes.
Los guatemaltecos de entre 18 y 25 años constituyen el 16 por ciento del padrón electoral en este país de 18,1 millones de habitantes, donde más de dos tercios de los trabajadores se gana la vida informalmente y la tasa de homicidios casi triplica el promedio mundial, según cifras oficiales.
Cuatro jóvenes, solteros y sin hijos, hablaron con la agencia de noticias AFP de sus inquietudes antes del voto del domingo.
Marlen, tejedora artesanal indígena
Marlen Monroy, de 20 años, es una tejedora artesanal de trajes típicos. Originaria de San Pedro Sacatepéquez, la joven maya-kaqchikel dice que votará por Arévalo.
Según Monroy, “como jóvenes, nosotros nos basamos mucho en las redes sociales, en lo moderno, en entretenernos, en divertirnos, en enfocarnos en nosotros mismos. Y, como jóvenes, nos hemos dado cuenta principalmente de las intenciones que Arévalo tiene”.
“Creo que muchos recordamos a su padre [el presidente reformista Juan José Arévalo, 1944-1951], quien vino e hizo cosas diferentes que hoy pues nosotros tenemos como ciudadanos”, alegó la joven.
Wilson, estudiante de enfermería
Wilson Itzep es un estudiante de enfermería de 20 años de Chinique, en la región occidental de Quiché. Adelanta que votará por Arévalo.
“Sí, he tenido las necesidades de emigrar del país por la falta de trabajo que existe en el país y la pobreza […], pero si gana el partido Semilla tal vez yo me quedaría porque para mí es un cambio para el país”, afirma este joven. Arévalo “es alguien que va a venir a poner orden y justicia”, añade.
Para Itzep “Sandra Torres ha tenido muchas dificultades, ha estado involucrada en muchas inseguridades, tal vez podría yo emigrar del país porque debido a eso [si gana], tal vez el país pueda entrar en más crisis de lo que está”.
Carlos, repartidor de agua
Carlos León se gana la vida repartiendo en moto botellones de agua mineral en la ciudad oriental de Zacapa. Tiene 25 años y votará por Torres.
“No se mete con la familia, eso es algo muy primordial, el voto evangélico va a influir mucho”.
Ella “va a abrir más trabajo, va a abrir capacitaciones, 700 quetzales [94 dólares al mes] para que los niños no abandonen la escuela es mucho y el inicio de un niño que no falte a la escuela […]. Entonces le aplaudo eso porque a una persona, a un niño con hambre, no se le quedan las cosas” que le enseñan en clases.
Dulce, maestra parvularia
Dulce Chitic, de 21 años, es una maestra infantil en una escuela de Jocotenango, un municipio cercano a la ciudad turística de Antigua. Vota por Arévalo.
Opina que si gana Torres, Guatemala “va a ir peor de lo que ya está ahora, porque […] ya trae problemas legales anteriormente y tiene ideas de antes, no ideas que se pueden proponer ahora”.
“Tengo amigos que se han ido porque dicen y creen que irse a otro país es mejor. Creen que van a crecer como personas, su economía va estar mejor, pero creo que si cambiamos de perspectiva aquí también se puede hacer”, sostiene.
Vía AFP