La Novena Legislatura se recuerde por la confrontación y autoritarismo que promovió Allan Rodríguez y que su compañera de partido Shirley Rivera continuó. Ejemplo de eso es que no se ha iniciado el segundo periodo ordinario del último año del Congreso.
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La directiva del Congreso, que ha estado a cargo en los últimos dos años por Rivera, se niega a tener acercamientos con la mayoría de bancadas para discutir iniciativas de ley en beneficio de la población. Y solo se han aprobado reformas a normativas que el oficialismo decida.
Desde el 1 de agosto, los diputados tuvieron que retomar sus actividades legislativas, pero por decisión de la directiva no ha habido la asistencia necesaria para avanzar con el trabajo.
Distintos congresistas lamentan que desde la máxima autoridad se entrampe el trabajo en uno de los organismos del país. Porque no quieren que el partido de oposición que está en la contienda electoral tenga espacios para pronunciarse y denunciar acciones del gobierno.
Y aunque los diputados deben sesionar dos veces en cada mes de receso, durante el presente año electoral, la mayoría de legisladores decidieron no asistir a las plenarias. Ni a las reuniones de las comisiones de trabajo, pero sí presentaron sus excusas para evitar descuento en su sueldo, dietas y gastos de representación.
Evidencia falta de consenso en el Congreso
La administración de Rivera en el Congreso ha sido característica por aprobar temas en la agenda que días después deben ser retirados por anomalías y señalamiento de falta de consensos.
Además, en los últimos meses, no se ha presentado para dirigir la comisión permanente ni retomar las actividades en la directiva.
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Rivera logró su reelección con el partido Vamos por el distrito de Guatemala y ahora no se ha pronunciado por el nuevo deslizamiento en Villa Nueva. Que afecta a decenas de personas, así como al comercio. En comparación con el año pasado, cuando se presentó al primero de varios agujeros en ese municipio para mostrar su respaldo al alcalde Javier Gramajo. Y al gobernador departamental, Jorge Luis Gramajo, hermano del jefe edil de Villa Nueva.
Politólogos consideran que el trabajo de los diputados debe medirse por decretos que tengan el sustento legal y económico. Para evitar algún reparo en el Ejecutivo o en la Corte de Constitucionalidad, pero los congresistas se mofan de aprobar cierto número de leyes. Cuando la mayoría carece de respaldo jurídico, y tienen que modificarse en los siguientes meses o no pueden nacer a la vida jurídica.
Temas en alerta
- El cambio de legislatura despierta intereses en diputados que no gozarán de inmunidad, por lo que negociarán su voto para apoyar ciertos temas a cambio de algún beneficio, ya sea con proyectos o nombramientos.
- En este periodo, los congresistas deben discutir el presupuesto y decidir si continúan con la elección de magistrados al Organismo Judicial.