Al menos ocho personas murieron y 13 resultaron heridas el sábado en un bombardeo ruso en la ciudad de Lyman, en el este de Ucrania, dijo el ministerio del Interior ucraniano.
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“Hasta la fecha, tenemos conocimiento de ocho personas muertas (…) tras el bombardeo del enemigo esta mañana”, dijo el ministerio en Telegram, especificando que 13 personas resultaron heridas.
Según el ministerio, se produjeron incendios después de estos ataques en un edificio residencial y el anexo de una imprenta, pero pudieron extinguirse.
La ciudad de Lyman, un importante cruce ferroviario en el este de Ucrania, fue reconquistada en octubre por el ejército ucraniano, que informó esta semana de ofensivas rusas en este sector.
Dos personas también murieron en un bombardeo ucraniano por la noche en la ciudad de Oleshki, ocupada por Rusia, en el sur de Ucrania, según los servicios de rescate locales citados por la agencia de noticias rusa TASS.
Según esta fuente, el ejército ucraniano disparó decenas de proyectiles contra esta ciudad y otras localidades cercanas.
Desde principios de junio las fuerzas ucranianas llevan a cabo una contraofensiva para recuperar los territorios controlados por Rusia en el este y el sur.
Ucrania cumple los primeros 500 días de una guerra
El conflicto en Ucrania entró el sábado en su jornada número 500 desde la invasión rusa de febrero de 2022, una guerra que podría durar pese a la lenta contraofensiva en curso de Kiev, que reclama más armas.
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A principios de junio, el ejército ucraniano lanzó una contraofensiva para tratar de reconquistar los territorios ocupados por Rusia en el este y el sur de Ucrania. Pero la tarea es difícil, con combates feroces y pérdidas significativas.
Las fuerzas rusas oponen resistencia con sus poderosas defensas y Ucrania carece de municiones de aviación y artillería.
Los rusos “han construido fortificaciones sólidas, tienen mucho equipo”, dice Antonina Morakhovska, una residente de 73 años de Nikopol (sur), que cree que el conflicto no terminará pronto.
“Veo cómo están progresando los nuestros, no es fácil para ellos. Con este calor pienso en ellos todo el tiempo, pobres”, dice. “Será difícil, pero vamos a ganar de todos modos”, asegura esta maestra jubilada.
A pesar de los miles de millones en ayuda militar occidental, el ejército ucraniano solo ha recuperado unos pocos cientos de km2 desde que empezó su contraofensiva y ha liberado una decena de localidades.
Muy lejos de sus rápidas victorias del año pasado, cuando las fuerzas de Kiev recuperaron más de 9 mil km2 en nueve días al este de Járkov en septiembre y otros 5 mil km2 en noviembre en la región de Jersón.
“La ofensiva no es rápida, eso es un hecho”, reconoció el presidente ucraniano Volodimir Zelenski, que sigue presionando a las potencias occidentales para que le suministren armas de largo alcance y aviones de combate F-16.