El abogado Francisco Javier Dall’Anese Ruiz, quien fue el segundo comisionado de la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (Cicig), emitió un pronunciamiento
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“Quiero expresar que la Cicig llegó, no porque Guatemala fuera un Estado ejemplar, no porque su justicia fuera la luz del mundo, todo lo contrario. La Cicig llegó a Guatemala porque había que fortalecer la institucionalidad y perseguir a los funcionarios del Estado cleptócrata”, dijo el exfuncionario previo a emitir sus argumentos.
Dall’Anese recordó que todos los funcionarios internacionales de la Cicig, de 23 países, fiscales, policías y analistas quedamos protegidos con inmunidad. En el caso de los comisionados, el único que puede levantar esa inmunidad es el secretario de las Naciones Unidas, lo que no respetó el fiscal Curruchiche, que es un instrumento de ese Estado cleptocrático, e inició una causa contra el comisionado Velásquez.
“Estoy en Costa Rica desde hace 10 años, cuando dejé la Cicig en 2013. He observado cómo la lucha por desplazar a la Cicig llegó al colmo de que, violando el convenio bilateral entre Guatemala y la ONU, expulsaron a la Cicig en 2019 sin dejar que terminara su misión en el plazo establecido”, dijo.
El excomisionado indica que a partir de ese momento se empezó a perseguir a exfuncionarios de la Cicig.
Sobre los señalamientos
“Se me imputa el haber emitido una supuesta carta donde, supuestamente, certifiqué que una entidad de cafetaleros de Guatemala no lavaba dinero”, asegura Dall’Anese.
Asimismo, explica que el texto que exhibió el fiscal Curruchiche, “el instrumento del Estado corrupto y cleptócrata de Guatemala”, según sus palabras, indica que el excomisionado habría transmitido a la federación de cafetaleros una información que a su vez, en el 2009, el MP de Guatemala le había dado a la Cicig.
En dicho documento, según indica Dall’Anese, el MP aseguraba que, después de haber revisado las cuentas, inversiones, movimientos bancarios y demás, le indicaba que no encontró indicio alguno de lavado de dinero. Eso lo habría dicho el MP a la Cicig, en el 2009, un año antes de que llegara a Guatemala.
Dall’Anese agrega que en el 2012 habría contestado, “si fuera cierto” el documento, una gestión de la federación de cafetaleros, llamada Fedecocagua, en la que transmitía lo que el MP le dijo a la Cicig. “En ese momento hay un caso cerrado y no hay caso pendiente”, añade.
Y ahora Curruchiche, en un caso iniciado en 2020 por el excelente y patriota fiscal Juan Francisco Sandoval, mete en ese caso una nota emitida en el 2012 y me endilga el estar implicado en un encubrimiento de lavado de dinero, lo cual es absolutamente falso”, agrega.
A criterio de Dall’Anese, “esta es una más de las maniobras para perseguir a todos los que nos atrevimos a tocar a los poderosos, corruptos y criminales de Guatemala, para los cuales Curruchiche no es más que un simple instrumento, y así quedará escrito en la historia de Guatemala, de lo cual nos encargaremos quienes somos perseguidos hoy”.