Estados Unidos condenó “enérgicamente” el sangriento atentado con bomba en una mezquita del cuartel general de la policía en Peshawar, en el noroeste de Pakistán, que dejó más de 80 muertos.

“Estados Unidos condena enérgicamente el ataque terrorista”, dijo una portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, Adrienne Watson. “El terrorismo es indefendible y atacar a los fieles es inconcebible. Estados Unidos está listo para brindar apoyo a Pakistán en sus esfuerzos de recuperación”, agregó.

El gobierno de la provincia de Khyber Pakhtunkhwa, de la que Peshawar es capital, dijo que el último balance era de 100 muertos y 221 heridos. La gran mayoría son policías.

“El objetivo es desmoralizarnos”

Entre 300 y 400 policías se congregaron el lunes para las oraciones del mediodía en la mezquita del cuartel general de Peshawar, cuando una pared entera y la mayor parte del techo explotaron, arrojando escombros sobre los oficiales. El jefe de la policía local dijo que el ataque fue en represalia por las operaciones policiales contra grupos islamistas armados.

Los ataques a patrullas, puestos de control o comisarías han aumentado en Peshawar, situada a unos 50 kilómetros de la frontera con Afganistán, desde que los talibanes volvieron al poder en agosto de 2021, luego de la retirada de las tropas estadounidenses.

“Estamos en primera línea” en la lucha contra los movimientos islamistas armados “y por eso fuimos el objetivo”, declaró a AFP el jefe de la policía de Peshawar, Muhammad Ijaz Khan. “El objetivo es desmoralizarnos como fuerza policial”, aseguró.

*Con información de AFP