Indígenas mexicanos quemaron vivo a un hombre, presunto ladrón, en una plaza pública tras acusarlo de robo, un nuevo caso de linchamiento en este país donde cada año se registran cientos de casos de justicia por mano propia.
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El hecho se produjo el jueves en el municipio de Santiago El Pinar (estado de Chiapas, sur), donde una turba de indígenas tsotsiles prendió fuego a un joven de 26 años al que señalaba de integrar una banda de ladrones de vehículos.
Tras un llamado de pobladores, la policía y peritos encontraron el cuerpo sin vida de la víctima en la plaza principal del pueblo. Tenía “quemaduras de tercer grado”, según un comunicado de la fiscalía de Chiapas, que inició una investigación por homicidio.
Caso similar al del ladrón de carros
El caso se registró una semana después de que cinco jóvenes se salvaran de ser linchados en la localidad de Tsetsal de Huixtán (Chiapas), luego de ser acusados de robo de autos y asaltos en carreteras.
Tras pasar varias horas desnudos y colgados de unos aros de baloncesto, fueron rescatados por un grupo de hombres armados, según relatos de testigos a la prensa local.
En México ocurren cada año cientos de linchamientos o intentos de ejecución de supuestos delincuentes por parte de ciudadanos. Solo en 2021 se produjeron 42 homicidios de este tipo y 279 tentativas, según un conteo de la oenegé Causa Común.
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Expertos en seguridad vinculan ese fenómeno con la percepción de impunidad. Ocho de cada diez mexicanos considera que la falta de castigo legal se mantiene o ha aumentado, de acuerdo con un estudio de la organización Impunidad Cero y la encuestadora Data OPM, divulgado en agosto pasado.
En algunos casos las víctimas de linchamiento fueron objeto de falsas acusaciones.
En junio último, un hombre fue quemado vivo en el estado de Puebla (centro) por una multitud que lo acusó infundadamente de secuestro. Los responsables de estas agresiones generalmente no son identificados ni detenidos.