“Julia”, que tocó tierra en Nicaragua en la madrugada de ayer en la costa del Caribe como huracán categoría 1, se degradó a tormenta tropical, azotando con fuertes lluvias y vientos antes de salir al océano Pacífico anoche, según el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos.
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En Guatemala ya se comenzaron a ver sus primeros efectos: ríos desbordados, calles inundadas y personas evacuadas.
En conferencia de prensa, Óscar Cossío, titular de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred), informó que 65 municipios mantienen una probabilidad muy alta y 123 una probabilidad alta de precipitaciones para los próximos días.
Además, expuso que hasta las 14 horas de ayer se contabilizaban siete incidentes derivados de “Julia”: cuatro en Izabal, dos en Izabal y uno en Zacapa.
Por su parte, el presidente, Alejandro Giammattei, confirmó que instruyó al Ministerio de Educación suspender las clases presenciales en todo el país (para todos los sectores), provisionalmente, hoy y mañana. “Se prevé que las fuertes lluvias se registren entre lunes y martes”, dijo.
Hoy habrá una reunión de Consejo de Ministros para discutir cuáles acciones se podrían tomar.
Centroamérica
“Julia” entró en Nicaragua como huracán de categoría 1, con vientos de casi 140 kilómetros por hora e intensa lluvia, dejando al menos 800 viviendas inundadas y una cantidad no precisada fueron afectadas por el desprendimiento de techos, indicó el Sistema Nacional de Atención y Prevención ante del Desastre (Sinapred).
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Asimismo, se reportaron interrupciones de energía, agua potable y comunicaciones en varios puntos del país centroamericano por averías en los postes del tendido eléctrico y cables de fibra, principalmente en los departamentos del Matagalpa, Jinotega y Chontales.
En Bluefields, la principal ciudad del sur de la costa caribeña, los vientos huracanados y las lluvias intensas comenzaron a sentirse hacia la medianoche del sábado y a media mañana de ayer las comunicaciones estaban interrumpidas.
Las autoridades de Panamá realizaron evacuaciones en la provincia de Chiriquí, fronteriza con Costa Rica, en el Pacífico, tras registrarse deslizamientos de tierra y el colapso de algunas infraestructuras.
En El Salvador hay una alerta roja en todo el territorio con el propósito de acelerar las evacuaciones en zonas consideradas de alto riesgo por el desborde de ríos, deslizamiento de tierra en las laderas de cerros y montañas.
En Colombia
Previamente, “Julia” golpeó el archipiélago colombiano de San Andrés y Providencia, donde habitan unas 48 mil personas, pero no se reportaron hasta el momento daños significativos ni víctimas.
