Un violador serial y pedófilo conocido como “el hombre ascensor” intentó refugiarse en Guatemala. De acuerdo con las autoridades, pretendió ingresar de forma ilegal por la frontera de Valle Nuevo, Jutiapa, pero fue detenido en los controles de migración. Según sus propias afirmaciones, ha cometido más de 140 violaciones.
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Se trata de Kosarevs Olegs, alias “el hombre ascensor”, originario de Letonia. En Rusia está sindicado de más de 140 violaciones, 40 de ellas comprobadas en juicio.
Moscovita nativo, según sus propias palabras, desde los 7 a los 12 años, Kosarev fue sometido a acciones depravadas por otro hombre que lo vistió con ropa de mujer y lo usó para juegos sexuales. La primera violación que cometió fue a los 18 años, por lo que fue enviado por internamiento involuntario al hospital psiquiátrico conocido como “Pilares Blancos”, donde violó a una enfermera con un cómplice.
Su historia
En 1984, el tribunal de la ciudad de Chéjov declaró a Kosarev mentalmente apto para ser juzgado y lo condenó a ocho años de prisión. Kosarev declaró más tarde que, en la colonia penal, fue objeto de violencia sexual. Allí, le tatuaron a la fuerza una rosa floreciente, el símbolo de la opushchenny (ruso para «el rebajado», el nombre del nivel más bajo en la jerarquía social de los presos).
El señalado fue liberado en junio de 1992, y un mes y medio después, cometió otro ataque. Por lo general, acechaba a sus víctimas (adolescentes) en la calle y las seguía hasta el interior de un edificio y en un ascensor las violaba y robaba, amenazándolas con un cuchillo.
Para calmar a los espectadores vigilantes, fingió estar ciego. La actividad delictiva de Kosarev alcanzó su punto máximo en el otoño de 1995, cuando hasta tres ataques a niños ocurrían todos los días en la capital.
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En un caso, el violador encontró a cinco niños, dos niños y tres niñas, en un ascensor, donde violó a las tres niñas, amenazándolas con un cuchillo y obligando a los niños a ver. En otro caso, violó a una joven madre frente a un niño pequeño, obligándolo a observar todo el proceso.
Oleg Kosarev se casó a través de un anuncio en el periódico y encontró trabajo como guardia en un jardín de infancia. Su esposa en ese momento no sospechaba de él y de sus crímenes y lo consideraba un hombre romántico y galante.
El 31 de octubre de 1995, Kosarev fue detenido en la calle Arbat cuando intentaba vender bienes robados, incluida una cámara que quitó a una de las víctimas 4 horas antes de su arresto. Su comportamiento sospechoso atrajo la atención de las autoridades.
Al principio, Kosarev negó su culpabilidad, pero luego, luego de algunos enfrentamientos con las víctimas, confesó. Aunque admitió alrededor de 137 violaciones, el tribunal solo pudo probar alrededor de 40 casos, ya que muchas de sus víctimas se negaron a cooperar con los investigadores.
En marzo de 1997, el tribunal lo condenó a 15 años de prisión, de los cuales 10 los cumplió en una prisión estándar y los otros 5 en una prisión de máxima seguridad.
Pretendía vivir en Jutiapa
En octubre de 2010, a Oleg Kosarev se le concedió la libertad condicional, después de haber cumplido 12 años de los 15 años. Durante su estadía en la colonia Vladimir, se casó nuevamente. En 2002, nació una hija de esta relación, pero pronto el cónyuge, después de haber descubierto los crímenes de Oleg, lo dejó.
Al regresar a Moscú, Kosarev, en menos de seis meses, cometió otro crimen. Después de llegar a Serpukhov, atacó a una niña de 13 años en la calle Vesennyaya el 25 de febrero de 2011. Fingiendo ser ciego, siguió a la niña hasta un ascensor, donde, con la amenaza de un cuchillo, la violó.
Después de eso, Kosarev obligó a la niña a beber el contenido de una jeringa que había traído consigo, una mezcla de fenazepam y difenhidramina, y beberlo con vodka. Como resultado, la víctima fue hospitalizada con envenenamiento grave.
Estos son algunos de la gran lista de delitos de Kosarev que pretendía vivir en Guatemala y cometer los mismos delitos en nuestro país.
