Leslie Samayoa, viceministra Técnica, confirmó que se han presentado denuncias ante el Ministerio Público ya que las pruebas caseras para detectar la COVID-19 aún no han sido aprobadas por el Ministerio de Salud, pero ya circulan en el país.
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Samayoa no precisó la cantidad de denuncias y de forma muy concisa dijo que recibieron denuncias a las que han dado seguimiento “a través de la vigilancia constante en el mercado”.
En el programa A Primera Hora de Emisoras Unidas, la funcionaria habló acerca de las pruebas caseras cuya venta se divulga en las redes sociales.
“El problema que tienen las pruebas caseras es que desconocemos la efectividad de las mismas; pueden haber falsos negativos. Es necesario confirmar el diagnóstico con un PCR si la persona tiene síntomas”, admitió Samayoa.
Mayor subregistro
La cartera de Salud estima que por cada caso positivo de COVID-19 existen al menos otros nueve que no llegan a ser parte de los registros oficiales. No obstante la cifra podría variar con el uso de estas pruebas.
“El subregistro es una de nuestras mayores preocupaciones (con las pruebas caseras), porque las personas no se atreverían a registrar un resultado positivo (…) También nos preocupa el manejo de desechos”, explicó al respecto Samayoa.
Asimismo, en ese espacio, pidió a la población que acuda a los puestos para realizarse hisopados y recordó que los horarios de atención se extendieron.
“Estamos exhortando al uso racional de las pruebas. A utilizar únicamente aquellas que han sido aprobadas por el Ministerio de Salud. No hay ninguna prueba casera autorizada”.
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¿Qué pruebas están disponibles?
El Ministerio de Salud utiliza pruebas de antígeno desde inicios de la pandemia. Este test permite fácilmente buscar el virus específico, sin usar equipos costosos y dar resultados en menos tiempo.
Sin embargo, las pruebas rápidas no son lo suficientemente exactas para sustituir a la RT-PCR con pacientes que presenten síntomas. Su función es útil para aislar casos y dar atención rápida al paciente.
Para una prueba de RT-PCR se debe asumir un costo por arriba de los Q600, según el precio promedio en laboratorios privados.