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El sueño de Santa Cristina García, asesinada en Tamaulipas, México, era sacar a su familia de la pobreza

Varios de los 16 connacionales que fueron asesinados en Tamaulipas, México, recibieron cristiana sepultura en su pueblo natal: Aldea Tuilelén, Comitancillo, San Marcos.

Gran multitud compuesta por familiares, amigos y vecinos de aquella región en el occidente del país acuerparon los féretros de los suyos que perdieron la vida buscando el “sueño americano” hace poco más de mes y medio.

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Una de las personas enterradas hoy fue Santa Cristina García, cuya madre, Olga García Pérez, contó a Publinews la última comunicación que tuvo con su hija.

Deuda económica

García Pérez comentó que la deuda adquirida por cruzar hacia el país del norte ascendió a Q110 mil, pero gracias a la comunidad migrante que reside en Estados Unidos logró recuperar las escrituras de su terreno el que había dado a cambio del préstamo para el viaje de su hija.

Santa Cristina era la segunda de 11 hijos y tenía 20 años, estuvo durante años en Zacapa trabajando en labores domésticas pero al nacer su hermana menor sus ganas por viajar aumentaron, ya que había nacido con paladar hendido y buscaba reunir dinero para la operación, la cual ascendía a Q60 mil.

Las mismas personas que ayudaron con la deuda del viaje, contribuyeron con la operación de Ángela de dos años quien aún tiene dos operaciones pendientes.

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Por otra parte, García Pérez indicó que su hija temía que al momento de que su hermanita acudiera a la escuela fuera objeto de burlas por su problema físico.

El sueño de Santa Cristina era sacar a su familia de la pobreza, construir una casa para sus padres y reunir dinero para poner una tienda, por esa razón decidió emprender un viaje sin retorno a Estados Unidos del cual ya no pudo volver.

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Despiden a Adán

Este mismo día también fue sepultados los cuerpos de otros coterráneos de Santa Cristina cuyos féretros también fueron acompañados multitudinariamente en una jornada llena de dolor, impotencia y la lejanía de uno de los poblados más olvidados por el Estado, ubicado en San Marcos.

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