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Perspectiva de celebración del Bicentenario debe cambiar ante los desafíos de país, aseguran analistas

Las celebraciones de los 200 años de Independencia convergen con desafíos muy inmediatos para el país, según los analistas.

Las celebraciones del Bicentenario deben ir acompañadas de reflexiones sobre los desafíos que persisten en Guatemala; pero además de un análisis sobre intereses particulares que pueden socavar el Estado, afirmaron Ana Isabel Prera, presidenta de la fundación Esquipulas, y Eduardo Stein Barrillas, ex vicepresidente de Guatemala, durante el programa A Primera Hora.

Según Prera, todas las fechas simbólicas como los centenarios son oportunidades para analizar y tener una reflexión crítica, pero también para proponer los cambios, construir y seguir avanzando.

“Hay que resignificar el concepto de independencia del siglo XXI. Si bien, hace 200 años los criollos se independizaron de la corona española, no el pueblo, nosotros ahora debemos independizarnos. Debemos independizarnos de las estructuras coloniales que aún pesan y persisten en nuestro país y que además llevan consigo estos prejuicios y falsedades conceptuales que tanto daño nos hacen, como el racismo, xenofobia y clasismo”, aseguró.

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A su parecer, en este momento de crisis, “debemos independizarnos y liberar al país del crimen organizado, de las mafias corporativas que han cooptado todas las instancias de poder para mantener la corrupción y la impunidad. Es pues, una oportunidad para reconvertir esas dependencias. Es el momento de repensar y actuar para que esta inercia perversa, que parece que no podemos frenar, de la corrupción e impunidad, se pueda detener y empezar realmente la base de una democracia humanista, un Estado de derecho propio y que garantice el bien común”.

Para Prera, así se deben encaminarse las acciones en medio de una pandemia y debe persistir un sentido de prevención considerando que el país tiene altos niveles de riesgo por catástrofes naturales o posibles efectos del cambio climático.

“También es una oportunidad para incorporar la riquísima y valiosa cultura ancestral que tanta sabiduría nos puede aportar en estos aciagos y obscuros momentos. Es el momento de repensar en un país verdaderamente multicultural, plurilingüe y pluriétnico. Es una oportunidad de plantear y hacer un inventario de prioridades, de cambios y sobre todo de accionar, de fortalecer y dar ideas”, añadió.

“Tenemos que deconstruir esa cultura de impunidad que se ha instalado, porque nuestro país va en proceso regresivo. Todos los indicadores así nos lo dicen; tenemos que alzar la voz. Yo veo que las academias, las universidades, están demasiados silenciosas. Hay un delito que no se puede cometer en crisis y es el delito de silencio”, dijo además.

A decir de Prera, las preguntas claves en este momento serían: ¿independizarnos de qué? o ¿de quiénes?

El papel de las élites

La perspectiva de las celebraciones de estos 200 años tiene que cambiar drásticamente porque estamos ante desafíos muy inmediatos, verdaderamente graves, opina Eduardo Stein Barrillas, ex vicepresidente de Guatemala.

Entre estos desafío el más inmediato es la designación de los magistrados de la Corte de Constitucional, de la que Stein refiere que “estamos a la orilla del precipicio, esperando que ocurra un milagro”.

“Es allí, en el plazo muy inmediato, en donde hay una creciente conciencia de la ciudadanía de que los poderes del Estado no le están respondiendo, incluso a los mandatos constitucionales más básicos. Vemos una gran cantidad de indicios de que existe un plan concertado para adueñarse del Gobierno de Guatemala en su totalidad por parte de intereses obscuros, ligados directamente al crimen organizado”, dijo Stein.

“Es un momento decisivo en nuestra historia en que la ciudadanía organizada necesita desesperadamente vías de concertación para ponernos de acuerdo en unos pocos objetivos estratégicos y buscar a como de lugar que los cinco entes nominadores que van a definir a las magistraturas titulares y suplentes que van a la nueva Corte Constitucional, en efecto, sea gente proba y correcta. Gente cuya idoneidad sea públicamente comprobable y reconocida”, agregó.

“Estamos viendo en hechos muy recientes que hay una crisis sistémica de toda nuestra institucional girando en torno a este esfuerzo por adueñarse del Estado por fuerzas obscuras que han infectado a todos los poderes del Estado. Ese esfuerzo de lograr por manera transparente y limpia el proceso de nominación de parte del Ejecutivo, de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), del Congreso, de parte del Colegio de Abogados y Notarios de Guatemala (CANG) y la Universidad de San Carlos de Guatemala (Usac), está en efecto de capacidad de caer de una vez al precipicio, de caer en un verdadero narco-estado”, continúo.

¿Por qué es tan difícil hablar de un acuerdo mínimo en el país?

Stein, dijo que un acuerdo mínimo sería una pronta solución. “El problema es que las agendas que tenemos los ciudadanos que creemos en la democracia y el Estado de derecho, es una agenda y una lógica muy diferente a la del crimen organizado. Es el descaro completo, ya no guardan ni siquiera las formas. Habría que hacer ese esfuerzo de encontrar ese mínimo acuerdo para enderezar el rumbo del país”, añadió.

En esa línea, el exvicepresidente, dijo que el llamado a estos cinco electores es muy importante porque además por su alto rango estos personajes deben ser ejemplificantes. Yo espero que estos cinco electores tengan la conciencia de que se está jugando el futuro del país y que no se pueden seguir apoyando los intereses de estas mafias corporativas en el país.

 

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