Una ola de descontento crecía este martes en Francia contra el cierre de los comercios considerados no esenciales para frenar la pandemia de coronavirus. Entre ellos librerías, florerías, perfumerías, institutos de belleza y hasta escuelas de conducir.
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“¡Es una injusticia total!”, dijo a la AFP Edouard Falguieres, representante de los institutos de belleza Guinot y Marie Cohr. Al igual que otros comercios considerados no esenciales permanecen cerrados desde el viernes.
“Se habla mucho de las peluquerías, pero se olvidan de los institutos de belleza y de las perfumerías. No hemos registrado ningún foco de contagio”, abundó Régine Ferrere, presidenta de la Confederación francesa de la Estética y la Perfumería, la Cnep, que tuvo una reunión este martes con la ministra del Trabajo, Elisabeth Borne.
Sus representantes, al igual que los de otros sectores, piden que el gobierno les autorice volver a abrir sus comercios el 13 de noviembre. Es decir, la fecha fijada por el presidente Emmanuel Macron para “revaluar” la situación de los comercios cerrados por el nuevo confinamiento.
“Emmanuel Macron quiere que las fábricas sigan funcionando, pero ¿dónde se venderán los productos fabricados? No hay puntos de venta”, lamentó Ferrere.
Bloqueos en Francia
Los pequeños comerciantes franceses temen que el segundo confinamiento aseste un golpe final a los establecimiento ya fragilizados por el confinamiento de la primavera. Este segundo cierre durará al menos hasta el 1 de diciembre.
Y esto a pesar de que la nueva cuarentena es más flexible, pues existe la posibilidad para algunos comercios de que los clientes hagan sus pedidos en línea y los retiren al pie de las tiendas.
Preocupados también por su futuro, gerentes de escuelas de conducir bloquearon el martes, por segundo día consecutivo, varios centros de exámenes para expresar su enfado al no poder seguir dando clases.
*Con información de AFP.