Francia está de luto tras el sangriento atentado terrorista perpetrado este jueves en la basílica Notre-Dame de la Asunción, en la ciudad de Niza, al sureste del país, el cual dejó tres personas muertas.

El hecho ocurrió a eso de las 09:00 horas (locales) del jueves, cuando el terrorista, identificado solamente como “Brahim”, irrumpió en la iglesia armado con un cuchillo; gritó varias veces “Al·lahu-àkbar” (“Alá es el más grande”) y acto seguido comenzó a atacar a los presentes.

Dos de las víctimas fatales fueron asesinadas dentro del templo. Una de ellas, una mujer, fue degollada por el atacante, que además intentó decapitarla.

La segunda víctima, un hombre, era el sacristán de la basílica.

Una tercera víctima logró huir a un bar vecino, pero murió poco después, indicaron fuentes policiales. Sus últimas palabras fueron recogidas gracias a testimonios difundidos por la cadena BFMTV.

“Digan a mis hijos que los amo”.

Por su parte, el atacante resultó herido durante la intervención policial. Fue detenido y llevado al hospital.

“No cederemos”

Luego del ataque, el presidente francés, Emmanuel Macron, condenó el hecho y lo tachó de “ataque terrorista islamista”.

El mandatario viajó de inmediato a Niza para expresar su “apoyo” a las víctimas y a emitir un mensaje de “unión” nacional.

“No cederemos” en los valores franceses, señaló Macron en una declaración a los medios de comunicación.

“Si nos atacan, es por nuestros valores”, agregó.

El presidente francés anunció, además, el aumento de 3 mil a 7 mil efectivos destinados a la operación militar de vigilancia antiterrorista “Centinela”, destinada a para en particular los lugares de culto, en vísperas de la fiesta católica de Todos los Santos, que se celebra el domingo.

El ataque ocurre, además, en medio de la creciente ira en Medio Oriente por las declaraciones de Macron acerca de que Francia no “renunciará a las caricaturas” que representan al profeta Mahoma, lo que ha desencadenado un boicot a los bienes franceses en el mundo árabe.

*Con información de AFP