Luego de pasar cerca de seis meses confinados para hacer frente a la pandemia de Covid-19, se ha comenzado a retomar la vida bajo algunas restricciones. Y es justo ahora que empezando a salir puede pasar que haya quienes sientan cierta ansiedad por ello. La primera consecuencia es retrasar esa salida tan anhelada.
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¿Pero por qué pasa esto? La capacidad de adaptación del ser humano es tan grande que al final muchos han acabado por acostumbrarse a la rutina del confinamiento.
Y es así como el encierro logró generar apatía, desilusión, incluso insomnio en algunos de ellos y en otros ha sido todo lo contrario. Su casa se ha convertido en un espacio tan seguro que les invade el miedo al pensar en abandonarlo, aunque sea por un momento. A esto se le conoce como el síndrome de la cabaña.
Hablamos con Yina Gómez, psicóloga y coach experta en este tema, quien nos respondió las inquietudes más frecuentes asociadas a este miedo y la mejor forma para comenzar a superarlo.
¿Qué es el síndrome de la cabaña?
Es el conjunto de síntomas que muchos están experimentando por estos días; sin ser este un problema patológico, es una reacción conductual emocional intensa, manifestada en un profundo miedo a salir de casa, cambiar de entorno. Este es un temor real para quienes lo padecen y está ligado al riesgo de contagio de la Covid-19 a los suyos. A pesar de que en el inicio del confinamiento estas personas pudieron considerar su casa como una cárcel, en estos momentos, sin estar en el lugar ideal, la casa se ha transformado en el lugar que les genera seguridad, cobijo y protección.
¿Cuáles son los síntomas más frecuentes?
He logrado identificar tres fases en la mayoría de los pacientes que llegan por primera vez. La primera fase: Inician con tristeza, impaciencia, nerviosismo, insomnio, soledad; en personas adultas, deseos de morir, angustia, sensación de cansancio, dificultad para concentrarse y hasta falta de motivación.
En la segunda fase: Hay comportamientos compulsivos, irritabilidad, agresividad, reactividad, lo que le da la bienvenida a problemas de pareja y familia.
En la tercera fase: Cuadros depresivos severos que, si no se atienden a tiempo por un profesional experto, dan lugar a ideas suicidas y un total sentimiento de desesperanza y sinsentido de la vida.
Desde la parte piscológica, ¿es normal sentir miedo?
Es totalmente normal sentir miedo, ya que es una emoción universal, inevitable y necesaria, fundamental en nuestra estabilidad interior y supervivencia, sin miedo seríamos seres incautos e insensatos. De hecho, la manera para superar el miedo es identificar de dónde viene, qué episodio lo desató y aceptarlo, ya que solo de esta manera se puede transformar; mientras lo enmascares, niegues o invalides, tenderá a aumentarse por la resistencia que generas frente a este.
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¿Existe algún estudio que compruebe si este síndrome aumentó por la pandemia?
Según la cronología de la respuesta de la OMS (Organización Mundial de la Salud) a la Covid-19, aumentó. Si les hablo desde mi experiencia personal, a finales de marzo aumentaron las terapias virtuales, especialmente en adultos mayores y en un alto porcentaje estos presentaban síntomas idénticos.
Cuando las personas tienen que pasar largos periodos de tiempo encerradas entran en una soledad crónica que aumenta los niveles de cortisol, hormona que se crea bajo el estrés, generándoles miedo y ansiedad.
¿Cuáles son las mejores terapias para combatirlo?
De acuerdo con mi experiencia profesional de años, considero que la terapia transpersonal que trabaja el ser, unida a la biodesprogramación emocional y a la sanidad interior, genera resultados altamente efectivos, ya que el refrán del “loro viejo no aprende a hablar” es cierto en los adultos mayores, que en su mayoría son obstinados y llevados de su parecer. Sin embargo, la técnica de biodesprogramación trabaja la creencia negativa, que al cabo de 21 días se cristaliza en un patrón de pensamiento nuevo que les permite asumir el protagonismo de su vida, salir de la victimización y reinventarse espiritual, familiar y laboralmente, así como en temas de salud, finanzas y la forma de ver la vida.
¿Cómo retomar la vida sin temor?
- Retoma tu vida paulatinamente, a tu propio ritmo, recuperando poco a poco las rutinas que tenías abandonadas.
- Afianza una vida espiritual, cualquiera que sea tu creencia, hay situaciones que requieren una ayuda extra. Además, esto te permite extraer el aprendizaje que la vida te brinda a través de este evento inesperado.
- Piensa bien, nutre tu mente con contenidos, música y prácticas de sana respiración.
- Destina mínimo 30 minutos, tres días a la semana, para practicar algún deporte que requiera un esfuerzo físico.
- Potencia relaciones sanas, momentos alegres, ambientes felices y tiempo para hacer diariamente algo que te agrade.