Antes de reabrir restaurantes, gimnasios u hoteles, en la remota Isla de Pascua decidieron retomar las clases presenciales en los colegios para cuidar la “salud mental” de los escolares.
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Este miércoles, después de 100 días sin contagios de coronavirus, los primeros 65 alumnos de la isla -y también de todo Chile- volvieron a las salas de clases.
Para el resto del país se mantienen suspendidas desde el 16 de marzo y no hay todavía ninguna fecha de retorno.
Los primeros en regresar a clases fueron los alumnos de secundaria.
“Estamos entusiasmados; es una oportunidad que se nos ha dado sólo a nosotros y tenemos que saber aprovecharla porque en el continente no se ha podido concretar”, dice a la AFP Bruno Lema Nahoe, un estudiante del último año de secundaria, que reconoce haber extrañado a sus compañero y a su colegio, al que considera como “una familia”.
Para Marta Hotus Tuki, madre de un alumno que volvió a clases este miércoles, este retorno “es una esperanza de volver a recuperarnos de esta pandemia, de poder generar positivismo en nuestra salud mental para poder repeler este virus”.
El ministro de Educación, Raúl Figueroa, coincidió con que la vuelta a clases en la isla “es un mensaje de esperanza”.
Cuidar la salud mental
Pero con todavía restaurantes, gimnasios y hoteles cerrados en la isla, ¿Por qué se decidió partir el plan de apertura con las escuelas?
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“Todo eso es secundario, lo que tenemos que hacer ahora es que nuestros hijos, que son el futuro de la isla, estén sanos y que esté garantizada su salud metal, y uno de los remedios para eso es volver a las clases presenciales”, explicó a la AFP el alcalde de la isla Pedro Edmunds.
Con tantos días de encierro y a pesar del acceso a internet, muchos niños y adolescentes comenzaron a presentar síntomas de psicosis. Por eso, “es muy importante la relación humana, de piel con sus pares de su edad. Los juegos son importantes”, agrega el alcalde.
Más adelante, si todo se mantiene como hasta ahora, se reabrirán las otras actividades económicas.