El presidente Alejandro Giammattei hizo un llamado a empresarios estadounidenses a que inviertan en el país y puedan apoyar en mejorar la situación económica, lo que llevaría también a reducir la migración irregular.
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En un un discurso virtual organizado por la Cámara de Comercio Guatemalteco Americana (Amcham), el mandatario señaló que la epidemia del Covid-19 va a pasar, pero no se volverá a ser como antes, sino que habrá que adaptarse a una nueva normalidad.
En ese sentido, destacó que es necesario que los países sean creativos e innovadores y busquen las maneras de crear puentes entre las naciones para enfrentar juntos la reconstrucción de los procesos económicos.
“Nosotros estamos pasando por una crisis sin precedentes y la única manera en que podemos salir adelante es dándonos la mano”, dijo.
A su criterio, en los Estados Unidos se tiene un potencial de compra alto y Guatemala tiene una capacidad de producción muy grande, situación que podría aprovecharse.
“El mensaje es para ustedes en Estados Unidos, para que nos ayuden convencer de que haya facilidades para que las empresas norteamericanas se instalen aquí”, señaló Giammattei.
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Indicó que también se contempla impulsar con EE. UU. la oportunidad de abrir un oleoducto que atraviese Guatemala y una los dos océanos, el Atlántico y el Pacífico, aprovechando el desnivel que tiene.
Esto permitiría descargar de un lado para cargar en el otro y evitarse un período de un mes de barco que se utiliza para dar la vuelta hasta la otra parte del mundo y trasladar el petróleo.
Giammattei indicó que podría unificarse un trabajo en los temas económico y de desarrollo incluyendo a los demás países de la región centroamericana.
“Si logramos que se convierta en una región de oportunidades y de inversión, si homologamos las leyes y principiamos a borrar las fronteras, tengan la certeza que esa región podría ser altísimamente competitiva con otras del mundo”, expuso.
Muros de prosperidad
Por aparte, Giammattei se refirió a la migración irregular y consideró que esta puede detenerse por medio de una respuesta económica.
“Yo no creo que levantar muros físicos detenga la inmigración. No creo que tampoco muros de armas la puedan detener”, resaltó.
A su criterio, lo único que detiene al ser humano de irse de su país de origen es la posibilidad de tener vivienda, empleo, salud, educación y seguridad.
“Si no tiene esos cinco elementos se va, por eso creemos que hay que desarrollar muros de prosperidad”, añadió.
Esta es una propuesta que ya anteriormente planteó ante el Senado de México y consiste en trabajar de forma conjunto para generar desarrollo, disminuir la pobreza y de esa manera hacer que las personas puedan quedarse en sus territorios.
Consiste en desarrollar una zona a lo largo de los estados mexicanos de Chiapas y Tabasco, que colindan con los departamentos de Alta Verapaz, Quiché, San Marcos y Huehuetenango.
Tener una zona franca de hasta 1 mil 200 kilómetros cuadrados, que sería un área económica especial, en donde se pueda de forma binacional realizar las acciones.
Según sus palabras, eso permitiría atender esa región, que es la más olvidada que se tiene. Pero también el sur de México, que también tiene concentrados los mayores bolsones de pobreza.
“Ambos países podríamos generar condiciones muy adecuadas para ser atractivos para la inversión extranjera a un lugar desde donde puedan trabajar, exportar, libre de impuestos y generando empleo”, dijo.
