Desde tiempos inmemoriales y ante tragedias y desastres naturales, los guatemaltecos siempre han demostrado que siempre se puede salir adelante y algo aún mejor, que todos juntos podemos superar obstáculos si nos ayudamos.
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Y este 2020 vivimos una situación adversa nueva. El SARS-CoV-2 (Covid 19) ha sido un golpe fulminante, no solamente en el área de salud, sino también, y principalmente, en lo económico derivado de las acciones que se han tenido que tomar para evitar su propagación.
Pero esto solamente es el principio. El pasado 13 de mayo se cumplieron dos meses de haberse detectado de manera oficial el primer caso de coronavirus en nuestro país. Nos encontramos en la etapa más difícil en estos momentos.
No obstante, la enfermedad ya venía enfrentándose cinco meses antes en Wuhan, China, en donde se indica que tuvo sus inicios.
No importan las adversidades
Sin embargo, y desde el primer momento nuestros compatriotas han demostrado que la humanidad y el sentido común, aún persisten en los corazones y estos se reflejan en la mano que se tiende al más necesitado, al más vulnerable.
Tan solo unos días después del viernes 13 de marzo, el día en que el presidente Alejandro Giammattei anunció el primer caso de Covid-19 en el país, el dueño de una panadería ubicada en San Sebastián, Retalhuleu, dio una gran lección de empatía al brindar productos de consumo diario para quienes no tenían comida en ese momento.
Una mesa de madera que contaba con un improvisado rótulo de papel y que tenía escrito a mano la leyenda "si no tienes que comer, toma lo que necesitas", bastó para demostrar que, incluso ante las crisis, la bondad aún existe.
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Estas personas ofrecían bolsas con pan, azúcar y pequeños cartones con media docena de huevos para que quien tuviera necesidad los tomara sin más.
Ayuda de alimentos
Grupo Emisoras Unidas tampoco se ha quedado atrás y en su inconmensurable labor altruista, de la mano de otras entidades que han apoyado, nuevamente fue un canal para la recaudación de víveres que hace unos días fueron entregados a familias de varios sectores.
Grupo Emisoras Unidas es una empresa al servicio de los guatemaltecos, aquí estamos hoy para entregarles la ayuda a quienes no están registrados en una municipalidad y viven su día a día", expresó Marisol Archila, miembro de la Junta Directiva de GEU.
Se han realizado dos entregas en Santa Catarina Pinula y se espera que en los próximos días la ayuda sea trasladada hacia Huehuetenango.
Muchos se suman
Pero con el pasar de los días, y mientras la crisis de la pandemia cada día es más palpable de manera proporcional con los casos que el gobierno anuncia cada noche, los gestos de ayuda también se siguen sumando.
Tal es el caso del bar/restaurante Rayuela, quienes junto con el movimiento La Olla Comunitaria, han brindado miles de platos para muchas personas que se han acercado al local ubicado en el Paseo de la Sexta diariamente desde que se inició con el proyecto.
Este movimiento ha mostrado que siempre hay una luz ante cualquier adversidad y que la ayuda siempre puede ser un gran aporte para el más desvalido.
En Rayuela no solamente se sirve comida, sino que también se da un hálito de esperanza a las personas que con cada plato saben que podrán subsistir un día más sin hambre.
Economía informal persiste
Por otro lado, y aunque no es algo nuevo, la economía informal ahora ha tenido más auge derivado de diversas situaciones que atrajo consigo el coronavirus.
Las medidas que limitan la libre locomoción, la suspensión del transporte público y el cese de labores -en muchos casos obligatorio debido a que no se puede sostener más las crisis- han sido factores que también han golpeado la economía de los guatemaltecos.
Por su parte, el movimiento "No te quedes sin comer" que se manifiesta en Facebook ha brindado ayuda a las personas más vulnerables.
No solamente recolectando víveres para entregar a las familias necesitadas, sino también compartiendo las pocas oportunidades de empleo que surgen día con día de tal forma que los guatemaltecos que lo necesiten, puedan acceder a la información.
El proyecto comenzó el 5 de abril, según explica Marilyn Arévalo, con la finalidad de ayudar a las personas que tenían necesidad de alimentos.
Pero también con la idea de instar a las personas a mantenerse en confinamiento.