Cientos de millones de cristianos, confinados como la mitad de la población mundial, celebran este Domingo de Pascua en unas condiciones sin precedentes, debido a la pandemia de coronavirus mató 110,000 personas, golpeando con fuerza a Estados Unidos y sin dar respiro a Europa.
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El saldo de fallecidos por la COVID-19 se duplicó en poco más de una semana y Estados Unidos se ha convertido en el país más afectado, con más de 530.000 contagios y 20.600 muertos, según un recuento de la AFP basado en fuentes oficiales.
En la basílica de San Pedro vacía, el papa Francisco consagró este domingo su mensaje de Pascua a "los que han sido afectados directamente por el coronavirus, los enfermos, los que han fallecido y las familias".
En un mundo "abrumado por la pandemia, que somete a nuestra gran familia humana a una dura prueba", el pontífice argentino pidió "el contagio de la esperanza".
En su mensaje retransmitido, por internet hizo un llamado a instaurar un "alto el fuego global e inmediato en todos los rincones del mundo", haciendo hincapié en Yemen y Siria, pero también Irak, Líbano y el conflicto israelopalestino, e instó a reducir o anular la deuda de los países más pobres.
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Francisco propuso que "se relajen" las sanciones internacionales de las naciones afectadas "y se afronten —por parte de todos los países— las grandes necesidades del momento, reduciendo, o incluso condonando, la deuda que pesa en los presupuestos de aquellos más pobres".
El Santo Sepulcro cerrado
Iglesias desiertas, ceremonias sin fieles, las misas a través de las pantallas… En este fin de semana pascual, que conmemora la resurrección de Cristo según la tradición, se han visto con imágenes sorprendentes de los lugares más famosos del planeta totalmente vacíos.
En Jerusalén, por primera vez en más de un siglo, la iglesia del Santo Sepulcro, está cerrada a cal y canto. Una misa sin fieles fue celebrada en su interior este domingo por la mañana.
En Italia, algunos fieles no pudieron sin embargo soportar el confinamiento. En San Marco in Lamis, una localidad de 15.000 habitantes del sureste, 200 personas participaron en una plegaria ante la iglesia, lo que provocó una oleada de indignación y las excusas del alcalde.
En Nicaragua, al gobierno tampoco parecía importarle las medidas de distanciamiento para frenar la propagación del virus, y promovió la celebración de Pascua, pese a que la Iglesia había suspendió todas las festividades.
El país "vive en tranquilidad" y celebra "el sacrificio de Jesucristo que luchó por la justicia", afirmó la vicepresidenta y primera dama, Rosario Murillo.
Pero en el estado de Nueva York, que ha sufrido más de 8.600 decesos, las cosas setoman de otra forma.
El alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, anunció que las escuelas públicas de la ciudad permanecerían cerradas hasta el fin del año escolar.