Estados Unidos, Reino Unido, Colombia, Rusia y varios países europeos han intensificado en las últimas horas sus medidas destinadas a atenuar el impacto de la epidemia del coronavirus, que sigue avanzando en todo el mundo menos en China y provocando el cierre de fronteras y el confinamiento de millones de personas.
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La epidemia ya ha matado a más de 5, 400 personas en todo el mundo desde diciembre y el número de contagios supera los 143, 000.
Cese en China
China, país origen de la pandemia, con más de 3.000 muertos, registra ya cifras diarias bajísimas de contagio y fallecimientos. Este sábado, solo hubo 11 infectados. Sin embargo, en Europa, la epidemia está en plena expansión y deja más de 37.000 contagios y al menos 1.500 muertos, fundamentalmente en Italia y España.
Además, la COVID-19 llega a nuevos países cada día. En las últimas horas, por ejemplo, se registraron los primeros casos en Ruanda y Venezuela, y Ecuador lamentó su primer muerto.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) subraya que es "imposible" prever cuándo tendrá lugar el pico de la epidemia. Además de China, los países más afectados son Italia, con 1.266 muertos, Irán, con 611, España, con 136 y Francia, 79.
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La epidemia vacía las calles, confina en casa a millones de ciudadanos en los países más afectados y transforma las vidas cotidianas. El saludo con un beso, el café en la barra del bar, las reuniones de trabajo, los juegos en el parque o ver una película en el cine se convierten en actos irresponsables o simplemente imposibles.
Europa corazón de la epidemia
Europa es hoy el centro de la epidemia, según la OMS. En Madrid las terrazas y los bares estaban cerrados este sábado, las plazas y las calles, desiertas, y las tiendas, clausuradas debido a las medidas instauradas por el gobierno, que decretó el estado de alarma.
Muchos ciudadanos se han precipitado a los supermercados para comprar alimentos con los que sobrevivir a un confinamiento que no saben cuánto durará. Pese a que las tiendas de alimentación seguirán abiertas y el gobierno garantizó que no habrá desabastecimiento, productos como conservas o carne desaparecieron rápidamente de las estanterías.
"Nosotros que estamos acostumbrados a ver multitudes, ver así la Puerta del Sol nos resulta desolador", decía el sábado Paco Higueras, trabajando con mascarilla y guantes en una tienda de alimentación en el centro de Madrid.
Una situación similar se vivía en las principales ciudades italianas, invadidas por una ausencia de ruido inusual y pesada. En Roma, circulaban algunos autobuses casi vacíos y pocos ciudadanos se aventuraban a salir a las calles.
El silencio se vio interrumpido el viernes a las seis de la tarde cuando los italianos se dieron cita en sus balcones para cantar y conjurar a la tristeza del confinamiento. Las imágenes han dado la vuelta al mundo.
En París, lugares emblemáticos del turismo como el museo del Louvre o la torre Eiffel están cerrados.
Los franceses elegirán el domingo a sus nuevos alcaldes pese a que la epidemia sigue avanzando. Las medidas de seguridad e higiene se incrementarán durante las votaciones para prevenir los contagios.
Nuevos cierres de fronteras
La epidemia está poniendo a prueba los sistemas de salud de los países europeos más afectados como Italia y España.
La fotografía de una enfermera italiana, exhausta y dormida sobre el teclado de su ordenador se ha convertido en la imagen del agotamiento extremo del personal sanitario del norte de Italia, en primera línea de la lucha contra la epidemia del coronavirus.
En Estados Unidos, horas después de que el presidente Donald Trump declarara el estado de emergencia, la Cámara de Representantes aprobó un paquete de medidas que será sometido ahora al Senado y que incluye diagnósticos gratuitos para todos o bajas por enfermedad remuneradas.
Estados Unidos no tiene cobertura universal de salud y millones de ciudadanos no tienen seguro. Esto torna más vulnerable al país, donde ya hay 2.000 infectados y 47 víctimas mortales.