El cuerpo sin vida de Fátima Florencia Acevedo, de 25 años de edad, fue hallado el domingo en la ciudad de Paraná, en la provincia argentina de Entre Ríos, tras más de una semana desaparecida.
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Según autoridades del Servicio de Información y Comunicación del Superior Tribunal de Justicia de Entre Ríos, sus restos fueron encontrados en el interior de un pozo de 18 metros de profundidad, en un caso que ha causado indignación en Argentina puesto que, antes de su muerte, la mujer había denunciado amenazas de parte de su expareja, principal sospechoso del crimen.
"Estoy podrida (harta) de denunciarlo y que la policía no haga nada", dijo Fátima Florencia a una amiga por medio de un audio de WhatsApp, enviado el 15 de noviembre del año pasado.
Ella se refería a Jorge Nicolás Martínez, de 35 años, su expareja y padre de su hijo, quien, según testimonios de familiares y amigos, la maltrataba.
Según el portal Infobae, uno de los episodios más graves ocurrió cuando este la interceptó en la calle, la amenazó con un cuchillo e intentó arrojarle ácido muriático en el rostro.
Los audios
Tras el hallazgo del cuerpo, los audios enviados por la víctima, en los que esta se lamentaba por la falta de acción de las autoridades argentinas a pesar de la reiteración de las denuncias.
"Estoy podrida (harta) de denunciarlo y que la policía no haga nada; ni la policía, ni el juzgado, ni nadie. Ayer fui al juzgado, a ver qué es lo que había pasado con las últimas denuncias que yo había hecho, que nunca me llegaron los papeles de las órdenes de restricción ni nada, y me dieron un papel del año 2018 que no me sirve para nada (…) Ya no sé qué hacer".
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"No veo las horas de que ese hijo de p… caiga preso y que pague por todo lo que está haciendo. Pero como tiene gente en la policía; como el juez es amigo de él y de toda su familia nunca va a pasar nada", señaló la joven.
"Puede ser que cuando termine muerta por culpa de él, la policía y el juzgado y todos los que tienen que hacer algo, puedan hacer algo".
De acuerdo con Infobae, si bien la Justicia le había otorgado a Fátima un botón de pánico y le había dictado a Martínez medidas de restricción de acercamiento, recién le fueron notificadas el 6 de febrero.
En ese interín, el 1 de marzo último, Fátima salió de la Casa de las Mujeres para llevar a su hijo Isaías a la casa de una tía y, según el relato de una amiga, nunca más regresó.
Una semana más tarde, el cuerpo fue encontrado dentro del pozo en Paraná.