Brandon Gómez es el nombre del socorrista de Bomberos Municipales Departamentales que sufrió una caída mientras combatía un incendio.
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El siniestro destruyó la pensión Mejía, ubicada en la zona 1 de Mazatenango, en Suchitepéquez.
Tras permanecer cuatro días en un centro asistencial, fue dado de alta y según el diagnostico médico, sufrió un fuerte golpe en la zona lumbar y la zona torácica.
Sin embargo, ahora se encuentra en su vivienda y deberá tener una recuperación que durará al menos tres semanas.
El relato
El accidente que casi le cuesta la vida a Brandon ocurrió cuando cayó de la terraza de un segundo nivel.
Sin embargo, lo que puede parecer una simple caída tiene un trasfondo dramático. Así lo hace ver el socorrista quien relata que prácticamente fue él quien decidió caer hacia las llamas.
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El corresponsal de Emisoras Unidas Fridel Mejicanos conversó con él y pudo tener sus impresiones.
“La primera caída fue de frente, quedé atrapado primero entre los alambres de púas. Los compañeros reaccionaron en el momento y me lanzaron una manguera para poder girarme y que me jalaran”, dice.
Hasta ese momento parecía que el incidente no iba a pasar a más, uno de sus compañeros llegó para apoyarlo y le tendió la mano.
La situación se tornó crítica al momento en que ambos empezaron a resbalarse debido al peso y fue cuando se originó la segunda caída.
Decisión propia
Brandon relata que no pudieron mantener la fuerza para sostenerse entre los dos. En ese momento él tenía el mayor equipo para protección y por ende el mayor peso.
“Era una decisión de que caía uno o caían dos y por eso me solté”.
Como si se tratara de una película, Brandon decidió soltarse para no arrastrar a su compañero hacia las llamas.
“Le quite la fuerza, a cerrar los ojos y pedirle a Dios. Solo vi cuando mi compañero se me quedó viendo y yo me fui para abajo y me perdí entre el humo. Ya no pude ver nada, caí sobre unas brasas y el fuego activado que estaba debajo de unas camas”, relata.
Ahora a recuperarse
Afortunadamente para Brandon pudo sobrevivir al accidente y hoy se recupera en su vivienda.
Su padre Balmoris Gómez, quien también es socorrista, recuerda que su hijo desde los cinco años mostró interés en ser bombero.
Fue en el año 1998 cuando finalmente se integró al primer curso de caballero bombero.
Ahora, mientras reposa en un sillón, Brandon reconoce que pronto volverá a estar al servicio de su comunidad.
“Mi pasión es servir al prójimo”, asegura.
En una de las paredes, cuelga un cuadro fotográfico que conmemora el día en el que casi pierde la vida durante el combate de un incendio.
En el se pueden observar varias imágenes y la leyenda:
"Bienvenido camarada, Mazatenango 24 febrero 2020".