Dilma Rousseff dijo que la libertad de Luiz Inácio Lula da Silva no es suficiente, ya que es necesario que se declare su inocencia para dar por terminado el proceso legal que lo llevó a estar en prisión por más de un año.
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La expresidenta de Brasil dio sus primeras declaraciones sobre este hecho desde Buenos Aires, Argentina, en donde se lleva a cabo el segundo encuentro del Grupo de Puebla, en donde participan distintos líderes de la izquierda latinoamericana.
La ex mandataria dijo que habló por teléfono con Lula, en donde mandó un mensaje de agradecimiento al pueblo argentino por su solidaridad.
“Lula está dispuesto a recorrer todos los sectores de Brasil, no tiene una visión de venganza, pues tiene una madurez por sus más de 500 días en la cárcel. Esto le sirvió para generar una certeza en relación a que en Brasil hay sectores que giraron para lograr que llegara el neoliberalismo. Para nuestro país es una situación grave porque nuestro pueblo empobreció. Su regreso a la vida política es una conquista de que Lula es inocente”, expresó.
Adiós al encierro
El exmandatario brasileño dejó el viernes la cárcel donde cumplía una condena por corrupción desde hacía un año y 7 meses, en la ciudad de Curitiba.
La Justicia brasileña autorizó la libertad de Lula después de la decisión adoptada la víspera por el Tribunal Supremo de Brasil.
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La excarcelación fue solicitada este viernes por su defensa, en base a un fallo adoptado la noche del jueves por la máxima corte del país, que, en una ajustada votación por 6 a 5, determinó que la prisión de una persona condenada antes de que se agoten todos los recursos es inconstitucional.
Él se encontraba preso desde el 7 de abril de 2018, cuando comenzó a cumplir una pena de ocho años y diez meses por corrupción tras ser condenado en segunda instancia, acusado de recibir a manera de soborno un apartamento de playa de la constructora OAS a cambio de beneficios para la adjudicación de contratos con Petrobras.
