Marvin Adolfo Pérez Aguilar salió de su casa la mañana de este 5 de septiembre sin imaginar que no volvería.
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Se despidió de su madre en horas de la madrugada y como cada día se dirigió a cumplir con sus labores como jornalero.
Sin embargo, encontró la muerte en una situación aun no esclarecida pues supuestamente fue atropellado por un automóvil.
El amigo fiel
El trágico suceso ocurrió a inmediaciones del kilómetro 184 de la ruta CA-2 que conduce del departamento de Retalhuleu hacia la frontera con México.
Algunos automovilistas que circulaban por el lugar frenaron su marcha y decidieron mover el cuerpo que se encontraba sobre la cinta asfáltica.
Con ello buscaban evitar que otros automotores pudieran arrollarlo o se registrara otro accidente en el lugar.
Fue en ese momento cuando las miradas de consternación se convirtieron en sorpresa al notar que un perro se acercó y se quedó junto al cuerpo.
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Se trataba de “Toby”, un perro que era propiedad de la persona fallecida y que decidió acompañar el cuerpo de su amo.
Tristeza y confusión
A pesar del semblante triste que tenía “Toby” no solo acompañó el cuerpo de su propietario sino evitó que varias personas se acercaran.
Según se conoce, se mostró agresivo cuando curiosos y agentes de la Policía Nacional Civil (PNC) intentaron acercarse.
Minutos después llegó al lugar del suceso Petrona Pérez y Pérez, madre del fallecido quien lo identificó.
Se despidió "como nunca"
La mujer relata que su hijo era originario de la aldea El Xab, en el municipio de El Asintal, en Retalhuleu.
Lo que más recuerda es que en horas de la madrugada, Marvin salió de casa y se despidió “como nunca lo había hecho”.
Fue también dicha mujer quien reconoció que “Toby” era la mascota de su hijo fallecido.
Con información de Edwin Guzmán, Emisoras Unidas 89.7.