El árbol considerado el más grande de la selva amazónica se encuentra en la espesura del norte de Brasil. Hasta el momento, la gigante planta está a salvo de los incendios.
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Recientemente, este árbol fue descubierto por científicos de la Universidad Federal de los Vales de Jequitinhonha (UFVJM) y de las británicas Cambridge y Swansea.
Mide 88 metros. Y está ubicado junto a un "santuario" de árboles gigantes en la frontera entre los estados de Pará y Amapá.
El ejemplar de la especie Dinizia excelsa, conocido popularmente como Angelim rojo, tiene 5,5 metros de circunferencia.
Todos estos datos aparecen en la investigación difundida esta semana por la Secretaría de Estado de Ciencia y Tecnología de Amapá (Setec).
Buscan preservar el descubrimiento
La especie es común en la región, pero sus ejemplares "generalmente llegan a 60 metros", comentó Eric Bastos, coordinador de la investigación realizada en agosto.
"Es un gran descubrimiento y ahora tenemos el compromiso de preservar los mayores árboles de la Amazonía", agregó.
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Los árboles fueron identificados con sensores aéreos. Además, gracias a su ubicación remota, están fuera de las zonas afectadas por los incendios, explicaron este martes a la AFP fuentes de la Setec.
Se quema la Amazonía
En la selva, los incendios son obra exclusiva de la deforestación practicada por la mano del hombre. En las últimas semanas, los focos de incendios se han multiplicado en todo Brasil.
Desde enero hasta el 2 de septiembre, los satélites del instituto de observaciones espaciales INPE contabilizaron 93.175 focos.