Por medio de un reportaje de Aristegui Noticias se criticó cómo desde la llegada a la presidencia de Manuel López Obrador se han realizado concesiones de medios masivos, como la radio, a entidades de adoctrinamiento.
PUBLICIDAD
"Las creencias de un grupo, o del propio presidente López Obrador, no deben determinar el desarrollo de la vida pública", critican el escritor Fabrizio Mejía y la periodista Ana lilia Pérez sobre la nueva política del gobierno mexicano para acercar a iglesias a las políticas públicas
Según se detalló, el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) otorgó la concesión de un medio masivo a una aparente asociación civil en Mérida, denominada “Visión de Dios”, que tal como lo dice su nombre, es de carácter religioso.
Dicha concesión es por 30 años y pone en riesgo la laicidad del país, señalan los comentaristas.
La Constitución Política mexicana prohíbe que se dé en concesión a iglesias el espectro radioeléctrico de México, es decir, la radio y la televisión. Esto para dar respuesta a un diseño de Estado que dicta que no se deben usar medios de comunicación masivos para el adoctrinamiento religioso.
Óscar Moha, presidente de Libertad y Dignidad A.C., afirmó que hay alrededor 170 estaciones piratas que son operadas por grupos religiosos, por medio de pactos ilegales con funcionarios públicos que ahora crearon un mercado negro de intercambio de favores.
PUBLICIDAD
¿Cómo operan?
Según Moha, las radios religiosas operan en tres modalidades:
- Los que pagan un espacio en las radios y televisiones y envían sus mensajes directos de adoctrinamiento.
- Los que ya tienen una concesión, como Visión de Dios.
- Y los que lo hacen con un sistema clandestino. Según Moha, son alrededor de 170 estaciones, asentadas en zonas indígenas en estados como Sonora, Guerrero, Morelos. Y unas 30 frecuencias solo en Chiapas, donde se copia un modelo como en Centroamérica donde las estaciones de radios están permitidas por sus gobiernos.
Estas radios religiosas instalan una estación pirata muy elemental para las iglesias, y por eso abundan, señala Moha.
A decir del entrevistado, algunas de estas radios tienen más alcances que otras, legalmente instaladas.
Según Moha, este modelo en Centroamérica permite a las radios religiosas operar sin cobrar espacios publicitarios y cediendo espacios para hablar de las autoridades locales.