Niña que fue violada por su padre desarrolló 2 mil 500 personalidades para "olvidar"

Actualmente tiene 49 años y sigue buscando justicia por haber sido objeto de continuados abusos sexuales por parte de su padre.

Se trata de Jeni Haynes, cuyo caso ha dado la vuelta al mundo y estremece a las millones de mujeres que también son víctimas de abuso sexual, ya que la mujer desarrolló 2 mil 500 personalidades diferentes para poder hacer frente al horror que su padre le causó, y para "olvidar".

Desde los 4 hasta los 14 años, Jeni tuvo que callar las acciones de su padre. Fue hasta un juicio el 21 de febrero, que se le permitió testificar contra Richard Haynes, su progenitor.

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Durante el juicio, el hombre se derrumbó tras ser testigo de 6 de las personalidades de Jeni que "hablaron" para dar su versión.

Trastorno de identidad

Jeni desarrolló un trastorno de identidad disociativo al ser sometida a un acontecimiento tan doloroso, estresante y duradero como el abuso sexual por parte de su padre cuando era una niña.

Aún hay muchas investigaciones en torno al trastorno de identidad disociativo, ya que la persona puede estar bajo el control de dos identidades distintas de forma alternativa y "borrar" de su mente los acontecimientos traumáticos.

Sin embargo, resulta increíble que existan personas con tantas personalidades "creadas". Este es un mecanismo de defensa, común entre los niños de 8 años de edad para sobrellevar algún evento traumático. Entre los 'alter ego' de Jeni están una niña de 4 años, un chico de 11 años y un adolescente.

Abuso continuado

Jeni contó durante la transmisión de un programa de televisión que su padre la sometía a un "severo, sádico y violento" acto. Esto bajo amenazas y sin tener la opción de escapar.

En la transmisión del programa "60 minutes", la víctima mostró el interior de su vivienda. Le mostró a la policía el lugar en donde era abusada.

Uno de los momentos más intensos fue cuando la mujer señaló un banco de madera en donde era víctima de tortura por parte del hombre que debió transmitirle seguridad y protección.

“Aquí es donde me hizo subir al final de la cama y me violó”, declaró. Otro de los sitios donde fue abusada fue un pequeño cobertizo de la propiedad familiar. “Esta es posiblemente una de las habitaciones más terroríficas del universo”, comentó.

Cicatrices más allá

Además de las cicatrices que dejó en su alma y en su personalidad, Jeni debió someterse a múltiples cirugías para reconstruir su coxis, intestinos y ano, debido a la brutalidad de las acciones de su padre.

Richard Haynes, acusado de múltiples cargos de violación, sodomía y abuso indecente, espera la sentencia de la corte.

Con información de Nueva Mujer