En los últimos años la situación en las cárceles del país se ha complicado, pues en del 2015 a 2018 los fallecidos, ya sea por violencia o causas naturales, en las diferentes prisiones ha ido en aumento, según el Centro de Investigaciones Económicas Nacionales (CIEN).
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El informe mensual de ese centro reflejó que en 2015 murieron 111 reos, un año después también fueron 111 personas, en 2017 bajó a 80 y el año pasado fueron 88 privados, y hasta abril del presente año iban 36, sin contar los siete fallecidos en la Granja de Rehabilitación Pavón.
Los meses de 2018 donde hubo más fallecidos fueron en abril con 17 muertos, y en septiembre 11, y en febrero fueron 9.
En el transcurso del presente periodo en febrero 11 reos fallecieron y abril 10.
Mientras que en 2014 se contabilizaron 45 muertes, un año antes fueron 46 y en 2012 se reportaron 33 fallecidos.
Los relevos en el Ministerio de Gobernación y en la Dirección General del Sistema Penitenciario generan un inestabilidad y atraso en la modernización del modelo para las cárceles, lo cual involucra a los gobiernos del Patriota y Frente de Convergencia Nacional-Nación (FCN-Nación).
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Burlan seguridad
También los controles en las diferentes prisiones son cuestionadas, ya que durante este gobierno se han fugado 21 presos, uno de ellos fue en la cárcel militar de Mariscal Zavala, y en comparación a la administración pasada fueron 31 personas que escaparon de las cárceles.
Walter Menchú, analista del CIEN, explicó que el principal problema se debe al hacinamiento en las prisiones, lo cual hace que el país ocupe el primer lugar en sobrepoblación en esos lugares en América Latina.
“Los motines y las muertes son la punta del iceberg porque es lo que llama más la atención, lo cual refleja la corrupción porque un reo que iba a ser extraditado se fugó de un centro militar debido a la coordinación de los guardias de ese centro, como también del Sistema Penitenciario para que se den las fugas”, comentó Menchú.
El experto consideró que ese tipo de riñas en las cárceles en otros países hace dimitir a los directores, ministros de seguridad y hasta hace tambalear al presidente.
