Según el documento elaborado por la Oacnudh y la Procuraduría de los Derechos Humanos, el año pasado fueron asesinados 26 defensores de derechos humanos, lo cual significó un aumento del 100% en comparación al año anterior cuando fueron 13 ataques.
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Liliana Valiña, representante de la Oficina del Alto Comisionado, comentó qué hay desafíos que se han profundizado por el desconocimiento de los derechos humanos, la estigmatización y la falta de comprensión.
“Los informes indican que se ha duplicado las muertes y eso representa un ataque cada dos semanas, y refleja que la situación se viene agravando y es muy importante trabajar”, agregó Valiña.
La delegada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos resaltó que debe trabajar durante el proceso electoral ya qué hay pocos debates sobre derechos humanos a pesar de qué hay un proceso electoral, y al contrario hay pronunciamientos en contra de los Derechos Humanos, como si fueran el problema, cuando se trata de la vida de cada persona.
Entre los grupos o personas analizadas en el informe, están los operadores de justicia, como jueces y fiscales, que han sido señalados y estigmadizados para debilitar su trabajo. Asimismo, como personas víctimas del conflicto armado interno y mujeres.
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Tarea del Estado
“La principal función de cada gobernante es asegurar que la población pueda vivir sus derechos”, añadió Valiña. Una de las recomendaciones del informe es que desde el Congreso se impulse el marco normativo para garantizar y promover los derechos humanos.
Por último, aclaró que los derechos humanos no tienen ideología, ya que todos piden que se respeten sus derechos, como sucede con el 60% de la población está excluida del desarrollo, porque está en pobreza.
Durante la actividad participó el relator para la liberta de expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, Edison Lanza, quien comentó que sin esa libertad no hay democracia.
