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Assange se niega a ser extraditado a Estados Unidos

El fundador de WikiLeaks teme tener que enfrentar cargos más graves que la "piratería informática" que se le imputa.

El fundador de WikiLeaks, el australiano Julian Assange, reafirmó el jueves ante la justicia británica su oposición a ser extraditado a Estados Unidos.

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Assange, que la víspera había comparecido ante un tribunal (que lo condenó a 50 semanas de cárcel en Reino Unido por violación de su libertad condicional), participó en esta nueva vista vía videoconferencia, desde la prisión de Belmarsh.

El australiano está recluido en ese centro de alta seguridad en el suroeste de Londres desde el 11 de abril, fecha en la que fue detenido por la policía británica en la embajada ecuatoriana.

Se había refugiado allí en junio de 2012 para escapar, en un primer momento, a una extradición a Suecia por acusaciones de agresión sexual.

Pero cuando años después estas fueron archivadas, permaneció afirmando temer que lo entregasen a la justicia estadounidense.

Una hipótesis que ahora podría hacerse realidad.

"No quiero someterme a una extradición por un trabajo de periodismo que ganó numerosas recompensas y protegió a mucha gente", dijo el jueves al tribunal.

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Su plataforma en línea, WikiLeaks, se hizo famosa en 2010 cuando difundió cientos de miles de documentos diplomáticos y militares secretos que pusieron a Estados Unidos en un fuerte aprieto a nivel nacional e internacional.

Washington afirma querer juzgarlo solo por "piratería informática".

Un representante de la justicia estadounidense, Ben Brandon, confirmó el jueves en Londres que este cargo es pasible de un máximo de cinco años de cárcel.

Pero los defensores de Assange temen que se le agreguen después delitos más graves, como divulgación de secretos o traición, y corra el riesgo de ser condenado a cadena perpetua o incluso a muerte.

El tribunal fijó una próxima audiencia, segunda en un procedimiento probablemente largo, para el 30 de mayo.

"Nadie por encima de la ley"

Según Ben Keith, abogado británico especializado en casos de extradición, la batalla judicial podría durar entre 18 y 24 meses.

"Las posibilidades de ganar son escasas".

Keith explicó que, en la mayoría de casos, el Reino Unido responde positivamente a las peticiones de extradición estadounidenses.

Mientras tanto, los políticos británicos están divididos respecto a Assange.

El líder de la oposición, el laborista Jeremy Corbyn, se opone a su extradición afirmando que el australiano "expuso pruebas de las atrocidades (cometidas por Estados Unidos) en Irak y Afganistán".

No obstante, la primera ministra británica, Theresa May, afirma que "nadie está por encima de la ley".

*Con información de AFP

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