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Salvadoreños rinden honor a su primer santo, monseñor Romero

Centenares de salvadoreños rindieron tributo este domingo a su primer santo, el fallecido arzobispo de San Salvador, Óscar Arnulfo Romero.

El Salvador rindió tributo este domingo a san Óscar Arnulfo Romero, asesinado hace 39 años por un francotirador de la extrema derecha.

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Entonando cánticos religiosos y vivas, muchos fieles católicos participaron en una misa en una capilla del hospital para cancerosos Divina Providencia, en la periferia noroeste de San Salvador.

En ese mismo lugar, el 24 de marzo de 1980, Romero fue asesinado de un disparo en el pecho.

Tras la misa, en cuyo mensaje se recordó el legado de la iglesia cercana a los más pobres que puso en práctica monseñor Romero, se efectuó una peregrinación hacia la catedral de la capital, en cuya cripta se encuentra la tumba donde reposan los restos del prelado.

Una figura de Romero, vestida con túnica blanca y encerrada en una urna de cristal transparente, era llevada en un pequeño camión que encabezaba la peregrinación.

Muchos portaban en sus manos cuadros con la imagen de Romero.

Mientras tanto, en la cripta en la catedral, muchos católicos acudían para rezar y dejar ramos de flores multicolor ante el mausoleo de bronce.

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"Siempre debemos tener presente la memoria de nuestro santo, poner en práctica su legado: ser solidarios, pedir por un país más justo con los que menos tienen", dijo José Armando Velásquez, de 54 años.

Junto a sus hijos, llegó a la cripta en la catedral para encomendarse al primer santo salvadoreño.

"La voz de los sin voz"

En 1993, una Comisión de la Verdad de Naciones Unidas señaló como autor intelectual del crimen de Romero a Roberto D'Aubuisson.

El fallecido mayor del ejército fue fundador de la entonces gobernante Alianza Republicana Nacionalista (ARENA, derecha).

Los asesinos del arzobispo, declarado santo el 14 de octubre de 2018, nunca fueron llevados ante la justicia.

Un juzgado de San Salvador reabrió en mayo de 2017 el caso de Romero, luego de que la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia declarara inconstitucional una Ley de Amnistía de 1993, que encubrió atrocidades cometidas en la guerra civil (1980-1992).

El arzobispo era considerado "la voz de los sin voz" por su defensa de los pobres.

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