Momento incómodo el que vivió el presidente Andrés Manuel López Obrador, al ser abucheado durante la inauguración de un estadio en México.
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Se trata del primer gesto de rechazo popular desde su abrumador triunfo electoral en julio pasado.
Habituado a muestras de apoyo en casi cada lugar que visita, AMLO debió soportar a los notorios gestos negativos de miles de aficionados al béisbol.
"No voy a hablar mucho porque hay algunos aficionados de la porra del 'equipo fifí' (como el mandatario llama a sus opositores)".
"Pero la mayoría de la gente está a favor del cambio y está a favor del béisbol", agregó López Obrador, invitado de honor a la inauguración del estadio Alfredo Harp Helú, nueva casa de los Diablos Rojos de México.
Haciendo alarde de su conocida pasión por el béisbol y manejo de su argot, aprovechó para confrontar con sus adversarios políticos.
"Les voy a seguir lanzando pelota lisa y recta de 95 millas por hora y curvas. ¡Vamos a seguir ponchando a los de la mafia del poder!".
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Vestido con una chaqueta de escarlata de los Diablos Rojos, López Obrador fue además el encargado de lanzar la primera pelota en el estadio.
"Amigos y amigas, beisbolistas mexicanos, me da mucho gusto inaugurar este extraordinario estadio de béisbol", agregó.
Mira desde el minuto 12:30.
Esta será la cuarta casa en la historia de los Diablos y la primera de su propiedad.
Antes jugaron sus partidos como locales en el Parque Delta (1940-1954), el Parque del Seguro Social (1955-2000), el Foro Sol (2000-2014) y el Parque Fray Nano (2014-2018).
Apoyo al desarrollo deportivo
En su discurso, AMLO también se comprometió a impulsar "todos los deportes", pero enfatizó su respaldo "al béisbol infantil, juvenil, amateur y profesional".
Acto seguido, cumplió con el protocolo de la primera pichada.
El cátcher fue el empresario Alfredo Harp Helú, dueño de los Diablos Rojos e impulsor del béisbol profesional en México.
*Con información de AFP