A menos de tres meses de que cumpla el primer año como fiscal general, María Consuelo Porras Argueta todavía no concretiza su plan de trabajo, según analistas que señalan ambigüedad o falta de prioridades en las decisiones que ha tomado.
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En la última semana las críticas aumentaron ya que el MP no fue claro para argumentar la importancia de que la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) continúe en el país, lo cual hizo que Porras Argueta informara de manera rápida que se investiga a la esposa del presidente, Jimmy Morales, por unos cheques recibidos en 2015.
Gustavo García Fong, de la Asociación de Investigación y Estudios Sociales (Asíes), recordó que las decisiones del gobierno de Jimmy Morales contra la Comisión han afectado la relación del MP y la dinámica de trabajo de la CICIG.
“La fiscal general debe organizar la persecución penal ante la cantidad de hechos que surgen todos los días y las investigaciones que se realizan, por lo que se requiere de una priorización de los casos”, resaltó García Fong.
Ambigüedad es señal
Las decisiones desde un principio obedecen a una agenda y en la gestión de Consuelo Porras han sido ambiguas, mencionó Renzo Rosal, analista independiente.
El entrevistado consideró que la fiscal general debe empezar a desmarcarse de la elección del Ejecutivo porque en política no es aplicable porque no puede quedar bien con “Dios y con el diablo”.
Además, Rosal señaló que hay un riesgo de que se tome el control de las fiscalías importantes.
“Revisar procesos administrativos”, análisis de César Sigüenza, de la Fundación 2020
Honestamente, lo que se debe revisar no solo lo de esta gestión sino de cada fiscal son los avances en materia administrativa y cuáles procesos quedaron pendientes, ya que al parecer hay un cambio drástico en como funciona el MP cuando hay un cambio de administración, ya que el rol que políticamente hace cada fiscal general es distinto. Debe haber una mayor rendición de cuentas de los fiscales generales.