Un mes después del incendio en una toma clandestina de un oleoducto en México, la cifra de muertos ascendió a 130 personas, informaron autoridades el lunes.
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El gobierno del estado de Hidalgo, en el centro de México, dijo que 62 de las 81 personas que resultaron lesionadas en el incendio del 18 de enero han fallecido en los hospitales. Otras 68 murieron en el sitio de la explosión y la mayoría no pudo ser identificada debido a que quedaron calcinadas.
Quince personas continúan hospitalizadas, dijo el gobierno estatal, que agregó que dos de ellas se encuentran en estado muy delicado y seis en condición grave.
El incendio ocurrió mientras una multitud en la localidad de Tlahuelilpan llenaba bidones con la gasolina que salía de la toma clandestina.
Los residentes se reunieron en los últimos días para llenar la zanja de irrigación donde se ubica el oleoducto y tienen planeado construir una capilla en el alfalfar donde ocurrió la explosión.
Luto y olor a gasolina
La explosión se dio en horas de la noche de ayer, viernes 18 de enero. Decenas de personas se encontraban aún en el ducto de combustible.
Varias personas que estaban en los alrededores grababan a quienes regresaban con sus galones llenos de combustible, pero minutos más tarde, la explosión iluminó el área y decenas de personas comenzaron a correr con llamas que les consumían todo el cuerpo.