El video conseguido por la Associated Press revela por primera vez la magnitud de las heridas sufridas por las víctimas y plantea interrogantes acerca de cómo puede ser que se haya producido semejante ataque en una de las cárceles más seguras de Ohio, la Southern Ohio Correctional Facility, localizada en Lucasville.
PUBLICIDAD
El mismo preso autor de la agresión, por otro lado, habría estado involucrado en un ataque similar que causó heridas graves a un guardia, quien estuvo hospitalizado varios meses.
Shamieke Pugh fue uno de los cuatro reos heridos en el primer ataque, el 4 de junio del 2017.
“Quería matarnos, no le quepa la menor duda”, dijo Pugh, quien salió de la prisión y se recupera de numerosas heridas en un brazo, el pecho y la espalda.
Los cuatro presos fueron atacados cuando jugaban a las cartas. Pugh cree que los guardias planearon el ataque, algo que niegan el sistema de prisiones, el sindicato de guardias y el fiscal que investigó el caso.
Si bien no hay estadísticas nacionales, es sabido que las cárceles son sitios peligrosos y uno de cada cinco reos denuncia agresiones. Una inspección del 2016 indicó que la cárcel de Lucasville siempre ha tenido una incidencia alta de ataques, en parte porque aloja a muchos pandilleros.
En el video se ve al reo Greg Reinke, el supuesto atacante, apuñalando a Pugh y a otros tres presos varias veces, en un episodio que pudo tener un desenlace mucho más grave de no ser porque un recluso se pudo soltar y defenderse. Reinke tenía dos puñales de fabricación casera consigo y usó uno en el ataque.
PUBLICIDAD
Los guardias aparecieron un minuto después de comenzado el ataque, al final de un largo corredor, y se abalanzaron contra el agresor, según se ve en el video obtenido por la AP mediante una solicitud de material abierto al público.
Reinke “dijo que simplemente tenía ganas de matar a alguien”, de acuerdo con un informe del penal.
Las autoridades desistieron de juzgar a Reinke después de ese primer ataque dado que ya servía una condena a cadena perpetua. Fue condenado por homicidio agravado en Cleveland en el 2004.
Ocho meses después, el 20 de febrero, Reinke y otro recluso fueron acusados de atacar al guardia Matthew Matthias en la enfermería del penal. Mathias fue apuñalado 32 veces y sufrió numerosas lesiones internas. Todavía no ha vuelto a trabajar.
El nuevo fiscal del condado de Scioto Shane Tieman acusó a Reinke de los dos ataques. Reinke se ha declarado inocente.
Tieman dijo que el video era “bastante perturbador” y que le preocupaba la demora en la respuesta de los guardias. Pero indicó que no vio evidencia alguna de que haya sido algo preparado por los guardias y que no iba a dudar de su honestidad.
El fiscal dijo que, a diferencia de lo ocurrido en el primer ataque, había presentado cargos porque, si bien las víctimas habían cometido delitos, “merecen justicia, no está bien lo que se les hizo”.
Las autoridades no tienen un motivo para el ataque y Tieman dice que no hay indicios de que la raza haya incidido, por más de que Reinke es blanco y los cuatro reos atacados son negros.
Las autoridades de la prisión no comentaron cómo fue que Reinke pudo liberarse de sus esposas y pudo sacar dos puñales de su celda.
¿Reos indefensos?
Después del episodio, se dejó de esposar a varios reos a una mesa, según el sindicato de los guardias. El sindicato dijo asimismo que se aumentaron las medidas de seguridad para el traslado de reos peligrosos.
Reinke, de 38 años, está alojado ahora en una cárcel de máxima seguridad en Youngstown, lo mismo que el otro reo que participó en el ataque al guardia, Casey Pigge.
Pigge fue condenado tres veces por asesinato y se mofó alguna vez de haber estrangulado a otro reo en una camioneta mientras esperaban ser trasladados. Además mató a un compañero de celda con un ladrillo en el 2016 y a la madre de su novia en el 2008.
