El presidente español Pedro Sánchez considera que la única solución para la crisis separatista en Cataluña es lograr un consenso compartido por la mayoría de los catalanes y que esté respaldado por la Constitución española en relación al estatuto de la región como parte de España.
Sin embargo, los políticos separatistas que prevalecieron en esa votación y en los comicios catalanes previos insisten en presionar para que Cataluña se separe de España.
Aunque los líderes separatistas catalanes quieren un referendo vinculante en cuanto a la independencia, Sánchez está exhortándolos a que trabajen con los líderes catalanes que están a favor de la unidad con España para elaborar un acta constitutiva para la región, una que goce del respaldo de más de la mitad de los habitantes de Cataluña.
Sánchez no ha ofrecido detalles sobre cómo le gustaría que fuera dicha acta constitutiva.
Muchos separatistas han dicho que una nueva acta constitutiva sería insuficiente para satisfacer las exigencias de autonomía de la región, y afirman que la independencia es la única solución posible.
Legisladores separatistas intentaron y fracasaron en escindir a Cataluña del resto del país en octubre de 2017, desatando la peor crisis política en España en décadas.
Sánchez, el líder socialista que heredó el problema de su predecesor conservador Mariano Rajoy cuando asumió el poder en junio, tiene como una de sus prioridades el mejorar las relaciones con Cataluña.
Sánchez viajó de Madrid a Barcelona el jueves y se reunió con el presidente del gobierno regional, Quim Torra, ferviente partidario de la separación.
Ambos líderes emitieron un comunicado en el que dijeron estar comprometidos a mantener un diálogo que llevaría a una “propuesta política con amplio apoyo en la sociedad catalana”.
Sánchez reconoció en la entrevista que alcanzar una propuesta respaldada por ambas partes tardará años.