Manuel Sosa Dubón combina sus estudios y su trabajo como fotógrafo con la preparación de regalos para sorprender en Navidad a los niños de escasos recursos que viven en barrios y aldeas de Huité, Zacapa.
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Sus ganas de compartir con los que menos tienen hacen que cada 24 de diciembre toque las puertas de casa en casa para darles un momento de alegría a los pequeños.
Con recursos propios y la colaboración de algunos amigos cercanos, consigue juguetes, dulces y galletas, que coloca en bolsas plásticas y se las obsequia a los pequeños. “Se preparan diferentes para niño y niña”, relata.
La Navidad es su época preferida del año y la considera como una fecha especial, pero la de 2018 lo será aún más, pues cumple diez años consecutivos de realizar esta actividad.
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¿Cómo surgió la idea?
“Yo soy hijo único y mis padres tuvieron la oportunidad de comprarme diferentes juguetes”, señala Manuel, quien reside en Huité.
Recuerda que empezó con la entrega de obsequios en 2009.
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Aunque ya no era un niño, para ese entonces todavía conservaba varios de esos valiosos recuerdos de su infancia.
“Me puse a pensar que hay muchos niños pobres que no tienen la dicha de poder contar con juguetes y me nació hacer esa actividad”.
“Empecé a buscar mis mejores juguetes, compré galletas, dulces y refrescos y los empaqué en bolsas de nailon”, señala el joven.
Luego, colocó los paquetes en un costal que amarró a la parrilla de su motocicleta, y se dirigió al caserío El Tizate, Huité, donde sorprendió a los niños al tocar a la puerta de sus viviendas y entregarles un regalo.
“Así comenzó la historia. Ya el siguiente año utilicé mi aguinaldo para ir a comprar más juguetes para la actividad con los niños”.
“El tercer año invité a algunos amigos a colaborar con lo que pudieran. Algunos me apoyaron con juguetes y otros con dinero”, expresa.
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Preparación de los juguetes
Debido a que los recursos son pocos, Manuel busca las opciones más accesibles, como comprar pelotas al por mayor en depósitos de artículos plásticos.
O bien, viajar a la Ciudad de Guatemala y visitar las pacas en el mercado El Guarda. “Los precios allí son accesibles y hay variedad de juguetes. Yo los reviso y los preparo para que queden en buenas condiciones”, dice.
“En mi casa empaco dulces, ricitos, galletas, botonetas y su respectivo juguete en bolsas”, agrega.
Al preguntarle qué significa para él compartir con los niños en Navidad, Manuel afirma que siente alegría y satisfacción cuando los infantes reciben sus regalos emocionados y sonríen. “Es la sensación más pura”, concluye .