Imelda Cortez, de 20 años, fue absuelta y puesta en libertad este lunes por orden de un juez de El Salvador.
PUBLICIDAD
La joven salvadoreña enfrentaba un juicio en la localidad de Usulután, en El Salvador, bajo cargos de tentativa de homicidio tras sufrir un parto espontáneo en un retrete -su niña sobrevivió- luego de quedar embarazada de su padrastro, que la violó reiteradamente durante siete años.
"Sabemos que Imelda no cometió ningún delito y por eso debe quedar en absolución total, recobrando la libertad que se le ha negado", declaró a la AFP Keyla Cáceres, una de sus abogadas.
La letrada recordó que Cortez quedó embarazada producto de una agresión sexual que sufrió a lo largo de siete años por su padrastro, quien se encuentra detenido y afronta un juicio.
"Juez de tribunal de sentencia de Usulután absuelve a Imelda Cortez. Libertad", escribió en Twiter Bertha María Deleón, la abogada que comandó la defensa de la joven, que pasó 20 meses encarcelada por el caso.
Después, la licenciada escribió otro mensaje en esa red social agradeciendo el apoyo.
El juicio tuvo un giro inesperado luego que la Fiscalía solicitó al tribunal "un proceso abreviado" y cambió la tipificación del delito de tentativa de homicidio a "abandono y desamparo de personas" en perjuicio de su hija, por lo que pidió la condena de un año de cárcel y no 20, como había solicitado originalmente.
PUBLICIDAD
La Fiscalia explicó en un comunicado que cambió del delito se dio por la nueva "política de persecución penal en materia de violencia contra las mujeres".
Después de que el juez declarase su inocencia, Imelda fue liberada "de inmediato" tras haber pasado un año y ocho meses en prisión preventiva, anunció el portavoz de la Agrupacion Ciudadana para la Despenalización del Aborto Terapeútico Ético y Eugenésico (ACDATE), Jorge Menjívar.
La acusación
La acusación fiscal afirma que el 17 de abril de 2017 la joven buscó ayuda médica en el hospital nacional de la ciudad de Jiquilisco, departamento de Usulután, por enfrentar una hemorragia.
"Al ingresarla, una doctora, diagnosticó que la fémina había tenido un parto extrahospitalario, pues además habían llevado la placenta", consignó un comunicado del Centro Judicial.
Cortez lo justificó diciendo "que sintió que le salió algo cuando estaba en el servicio (sanitario)".
El Salvador cuenta con una severa la severa ley antiaborto que criminaliza a las mujeres aún en situaciones como el parto extrahospitalario de Cortez, por lo que el sanatorio donde fue atendida informó a la policía.
Agentes policiales y soldados inspeccionaron entonces la fosa séptica en la vivienda de la joven, en la localidad rural de El Paraís, donde escucharon el llanto de la recién nacida "llena de heces y de polvo blanco".
La bebé fue trasladada al hospital y sobrevivió.
Según el parte judicial, Imelda Cortez negó inicialmente haber dado a luz, y arrojó a la bebé a la fosa séptica, lo que "configura el delito de homicidio agravado tentado".
Desde 2017, Cortez se mantiene bajo detención provisional en el centro penal de San Miguel, este del país.
"Injusticia"
La defensa de Cortez arremetió contra la severa ley antiaborto, que prohíbe la interrupción del embarazo en cualquier circunstancia, incluso cuando es producto de una violación o la mujer corre riesgo de vida.
"Imelda representa a las niñas y jóvenes adolescentes que tienen una vulneración de sus derechos humanos en su totalidad. Vemos como el Estado, por medio de la penalización absoluta del aborto, condena a mujeres como Imelda, las mete en prisión y otras terminan muertas sin que se conozcan sus nombres", aseguró la abogada Cáceres.
Para el Instituto de Derechos Humanos de la Universidad Centroamericana (IDHUCA), el caso de Cortez representa una injusticia en un país que acumula una impunidad histórica.
* Con información de AFP.