La CIDH denunció el asesinato de periodistas en México. El primero fue a balazos, el 1 de diciembre, contra el comunicador Jesús Alejandro Márquez Jiménez en una zona cercana al aeropuerto del municipio de Tepic, estado de Nayarit (noroeste), y la muerte a tiros el 4 de diciembre en el municipio de Ecatepec, Estado de México, de Diego García Corona.
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México es el segundo país más peligroso para ejercer el periodismo después de Siria, con más de 100 comunicadores asesinados desde 2000, según la ONG Reporteros Sin Fronteras. La mayor parte de los crímenes permanece impune.
"Márquez Jiménez se desempeñaba como director de Orión Informativo, y habría colaborado en el medio Crítica Digital durante 8 años", informó la CIDH.
Piden pronunciamiento de gobiernos
La Relatoría indicó que García Corona, que trabajaba en el semanario Morelos, portaba su identificación de reportero cuando fue asesinado.
"Para la Relatoría Especial es fundamental que las autoridades públicas se pronuncien en contra de estos crímenes que buscan socavar la libertad de expresión en el país", señaló Edison Lanza, Relator Especial para la Libertad de Expresión.
Lanza destacó que el nuevo gobierno de Andrés Manuel López Obrador "debe dar claros mensajes de que no tolerará esta clase de crímenes y que actuará de manera rápida para que este crimen y otros cometidos no queden en la impunidad".