El proceso de designación del nuevo Contralor General de Cuentas está en su fase final. La comisión de postulación ya entregó al Congreso el listado de seis profesionales del que será nombrado el sucesor de Carlos Mencos.
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Acerca de cómo se desarrolló la selección de los integrantes de la nómina final, el perfil ideal de un contralor y los retos que este tendrá en su gestión, se conversó hoy en el programa A Primera Hora, de Emisoras Unidas.
Durante el programa también se escuchó la opinión de algunos de los aspirantes sobre el trabajo de la Contraloría y las propuestas para mejorar la labor de la institución.
Mónica Marroquín, investigadora de Guatemala Visible, detalló que el papel del próximo contralor será clave para el proceso de elecciones de 2019, pues será el encargado ahorita de poder entregar esos finiquitos.
“Vemos que se puede prestar a negociaciones dentro de la misma Contraloría para otorgar estos finiquitos, entonces he ahí la importancia de tener a un contralor que realmente pueda garantizar esa independencia dentro de su cargo”, señaló.
Estas prácticas se podrían dar pese a que desde años atrás la Contraloría tiene un convenio con el Tribunal Supremo Electoral que se firma cada año en el que hay comicios, para que el órgano electoral pueda ver directamente en el sistema de la Contraloría la vigencia de los finiquitos y que estos tengan los datos correctos.
En tanto, Violeta Mazariegos, secretaria ejecutiva de la Comisión de Acceso a la Información Pública de la Procuraduría de los Derechos Humanos (PDH), expuso que el documento al que generalmente se le llama “finiquito” es la constancia de ausencia temporal de cargo.
Detalló que esta constancia tiene una vigencia de seis meses; sin embargo, en ese período pueden surgir algunos hallazgos que involucren a las personas que busquen cargos públicos. “Pueden ponerle algún reparo y eso lo deja fuera de la contienda electoral”, resaltó.
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Mayor tecnología y una nueva cultura
Durante el programa se conversó con cuatro de los seis profesionales que integran la nómina de la que el Congreso designará al nuevo Contralor General de Cuentas.
Carlos Echeverría dijo que la visión de su plan de trabajo es fortalecer el proceso de fiscalización y control de los ingresos y egresos del Estado. Para ello, el eje principal será el desarrollo de transversales tecnológicas y de telecomunicaciones.
“No podemos estar haciendo auditorías de papel, la auditoría moderna explica que la tecnología es importante. Esto reducirá la discrecionalidad de los auditores, de los papeles de trabajo y traerá un sistema integral de auditoría”, expresó.
Asimismo, Echeverría opinó que la Contraloría ha sido politizada y abandonada y que desea ser Contralor porque quiere aportar su conocimiento y experiencia como auditor público y auditor al país.
Alejandro González coincidió en que la entidad fiscalizadora ha sido politizada. “En los últimos 20 años la politización de la Contraloría ha sido increíble e impresionante. Se debe corregir, es un mal que no debe continuar”.
Para él, el punto más importante es focalizar las auditorías a través del análisis de riesgo. Ello se podría lograr utilizando las herramientas que ya existen, como Guatecompras y el Sistema de Contabilidad Integrada (Sicoin), para someter los datos que contienen a procesos que generen matrices de análisis de riesgo.
González señaló que luego de trabajar en el sector público por 34 años, en la Superintendencia de Bancos y en la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT), considera que cuenta con la capacidad y experiencia suficiente para generar los cambios que necesita el ente fiscalizador del Estado.
Por su parte, César Elías, actual subcontralor del Gasto, destacó el avance técnico que ha implementado la administración saliente. Detalló que se cambió por completo las normas y manuales de auditoría y que el próximo contralor debería darle seguimiento a ese proceso.
Asimismo, hizo referencia a que la Contraloría debe estar lo suficientemente preparada para poder actuar con objetividad y no caer en el juego de grupos políticos. Ello tomando en cuenta que ya está en puerta el proceso electoral y generalmente se presentan denuncias contra funcionarios o aspirantes a cargos públicos para generarles desprestigio.
EN PROCESO
Adelantó que se iniciará un proceso de fiscalización para que los recursos públicos no sean utilizados para beneficiar a grupos políticos. Y señaló que su aspiración para ser contralor se basa en que tiene 16 años de trabajar en la institución, la conoce y ha sido el principal promotor para una transformación de la normativa técnica en la Contraloría.
En tanto, Jorge Dávila, manifestó que si es electo como contralor, como parte de una nueva administración haría cambios profundos. El primero sería renovar a los principales líderes de la institución para tener un quehacer diferente y, por lo tanto, que pueda haber resultados diferentes.
“Hemos insistido que en este proceso la intervención previa, eficaz y eficiente es fundamental si queremos tener un ente superior de fiscalización que sea garante de los recursos (públicos), que son escasos, y que el país recibe a través de impuestos, para que sean bien gestionados”, señaló.
Dávila resaltó que tiene 30 años de trayectoria en el sector público, en la cartera de Finanzas, la SAT y la Universidad de San Carlos, y considera que puede aportar al país. “Lo he hecho en varias dependencias de esas entidades, hemos dejado huellas y en esta ocasión, al ser contralor, podemos aportar algo diferente”.
Edwin Salazar y Vilma Xicará son los otros dos profesionales que integran la nómina final de la que será designado el nuevo contralor; sin embargo, no se logró comunicación con ellos durante el programa A Primera Hora.