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Resaltan necesidad de establecer acciones y fuentes de financiamiento para combatir la desnutrición en el país

“Si nos vamos a endeudar tiene que ser bien pensado, bien planificado y bien diseñado un préstamo”, resaltó una de las entrevistadas en el programa A Primera Hora, de Emisoras Unidas.

En los últimos días se han generado una serie de reacciones debido a que el Congreso no ha concluido la aprobación de un préstamo de 100 millones de dólares del Banco Mundial, destinado a proyectos de nutrición y salud en Guatemala.

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Este viernes en el programa A Primera Hora, de Emisoras Unidas, se conversó sobre el tema con varios expertos.

Édgar Balsells Conde, exministro de Finanzas Públicas, detalló que se ha comparado al país con Bangladesh y Etiopía, en el sentido de que Guatemala está peor que estos.

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Desde 2010 u 2012 vamos hacia abajo y no hemos cumplido los Objetivos de Desarrollo del Milenio, debería haber más conciencia social, dijo.

El experto resaltó que no se puede hablar de tener resultados positivos en temas de inversión, deportes, industrialización, entre otros, si se tiene una productividad del trabajo tan baja, que es consecuencia de la desnutrición en los niños.

El entrevistado resaltó que una política económica que no viene acompañada de una política social, no refleja resultados positivos para un país.

Agregó que en su opinión, hay incapacidad del Estado y el propio país ha acudido a la comunidad financiera internacional.

“Estamos en el nivel de atención de la caridad internacional. En un rezago completo en América Latina, incluso nos están comparando cada vez más con Haití”, señaló.

Mientras que Homa-Zahra Fotouhi, representante del Banco Mundial (BM) para Guatemala, América Latina y el Caribe; compartió la experiencia que se ha tenido en varios países. “Estamos trabajando en Indonesia, Senegal, Vietnam, Perú y Brasil”, dijo.

Compartió que el ejemplo de Perú, por tener similitudes en términos de cultura con Guatemala, es el que se está tomando como base para las acciones en el país y el diseño del programa Crecer Sano.

En ese país, después de un año de estar ejecutando el préstamo, se tuvo que reestructurar el tema de agua y saneamiento porque no se había tomado en cuenta, pese a ser un factor clave en la lucha contra la desnutrición crónica infantil. Esto permitió que en Guatemala se incluyó desde el inicio.

“En Perú se consiguió que bajara de 28 a 13 por ciento la desnutrición. Más de 50 por ciento en ocho años. Fueron cuatro gobiernos consecutivos y es lo que decimos, que no puede ser programa de un Gobierno”, señaló.

Crecer Sano fue diseñado en base a la estrategia nacional de lucha contra la desnutrición del Gobierno de 2016 a 2020, y sería bueno que empezara, pero que luego se diera seguimiento con los demás Gobiernos.

Con tasas de 46.6 por ciento, es muy difícil disminuir la desnutrición infantil con un solo período gubernamental, resaltó.

¿Es viable el préstamo?

El préstamo contemplado para estos acciones sería por 100 millones de dólares, con una donación de 9 millones de dólares y Guatemala tendría 33 años para pagarlo.

Balsells explicó que la población meta son los niños menores de 24 meses, mujeres embarazadas y sus familias, principalmente de siete departamentos del país, incluidos los del corredor seco.

En opinión del exministro, el préstamo en cuestión es una facilidad de un financiamiento muy blando, a 30 años de pago, por lo que consideró que es casi como una donación. Además, aseguró que este va a estar desarrollado y consolidad por especialistas.

La representante del BM explicó que la iniciativa para aprobar el préstamo ya ha avanzado en dos lecturas en el Congreso, pero falta la tercera lectura y aprobación por redacción final.

Estaba programada para la última sesión, pero no hubo asistencia de diputados, recordó. Entonces, espera que si se logra tener una sesión extraordinaria la próxima semana, se apruebe esta medida.

“El préstamo es una forma alternativa de financiamiento. Si no se quiere aprobar como país, está bien, pero entonces se debe buscar otra manera de financiar el plan, porque las tasas no van a bajar por sí mismas”, señaló.

Asimismo, la experta expuso que de ser aprobado, empezaría a ejecutarse en agosto o septiembre de 2019.

Por aparte, Karin Slowing dijo que desde 2001 le da seguimiento a la desnutrición crónica en el país. Aseguró que no está contra los préstamos y el endeudamiento como un mecanismo de financiamiento.

“Si nos vamos a endeudar tiene que ser bien pensado, bien planificado y bien diseñado un préstamo”, resaltó.

En ese sentido, manifestó tener una objeción con este préstamo en específico, que tiene que ver con el diseño, pues es el mismo que han tenido programas como Hambre Cero.

“Se está enfocando solo en uno de los pilares de la seguridad alimentaria y nutricional, que tiene que ver con el aprovechamiento biológico, pero si se quiere salir de la desnutrición crónica en el país se debe trabajar sobre sus cuatro pilares, incluyendo la falta de acceso económico al alimento”, expuso.

En tanto, Juan Carlos Zapata, director Ejecutivo de Fundesa, ve que este préstamo es un paso en el camino correcto hacia una estrategia integral, en donde adicionalmente hay que fortalecer temas de infraestructura, mejorar los componentes alrededor de la agenda urbana y la responsabilidad de los alcaldes.

"Aquí no estamos hablando de un problema sobre desnutrición aguda sino de desnutrición crónica infantil, que tiene en los primeros mil días (de vida de un niño) un impacto directo si se gestiona un proceso de mejora en el primer nivel de salud", puntualizó.

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