Cientos de vecinos de Tijuana se congregaron en torno a un monumento en un barrio pudiente de la ciudad para protestar la presencia de miles de migrantes centroamericanos que buscan llegar a Estados Unidos.
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Los vecinos agitaron banderas, cantaron el himno nacional mexicano y corearon, “¡Fuera, fuera!” el domingo frente a una estatua del emperador azteca Cuauhtémoc, a 1,6 kilómetros de la frontera con Estados Unidos.
Acusaron a los migrantes de sucios, desagradecidos y un peligro para la ciudad. Calificaron a la caravana de “invasión”. Y expresaron el temor de que se use el dinero de sus impuestos para mantener al grupo, que podría estar detenido durante meses mientras aguarda el permiso de entrar a Estados Unidos para pedir asilo.