Tormentas dejan dos muertos en el sur de EE. UU.

Por lo menos dos personas murieron después que una fuerte tormenta pasó el jueves por la región de la costa del Golfo de México, poniendo los nervios de punta de las personas cuyas vidas fueron destrozadas por el huracán Michael hace menos de un mes.

Al menos 12 tornados se habían confirmado la noche del jueves en Luisiana, Mississippi y Alabama.

Las tormentas abarcaron una gran extensión del país, desde las playas hasta los Grandes Lagos, pero los fuertes vientos y aguaceros torrenciales fueron particularmente temidos en la región de la franja noroeste de Florida, que todavía no se recupera de los daños causados por Michael.

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Los centros de desastre que apoyan con la recuperación del huracán cerraron antes de la llegada de las tormentas, y las autoridades estaban preocupadas de que las ráfagas de viento de hasta 97 kilómetros por hora (60 millas por hora) derrumbaran árboles o ramas debilitadas por el huracán de categoría 4. Eran particularmente vulnerables cientos de hogares protegidos sólo con toldos frágiles.

No se reportaron problemas graves, por lo menos hasta el momento, y la alcaldesa Margo Anderson, de Lynn Haven, Florida, dijo que los residentes ya llevan un tiempo con mal clima.

“Creo que la gente ya no quiere ver más viento y lluvia”, dijo.

El Centro de Predicción de Tormentas reportó árboles derribados y cables eléctricos caídos desde el este de Luisiana hasta el noroeste de Alabama. En el peor momento, las tormentas en el sureste dejaron casi 110.000 viviendas y negocios sin electricidad.

En Texas, el departamento de policía del condado Waller publicó en Facebook que la agente Loren Vasquez, de 23 años, iba patrullando cuando el miércoles su auto entró en un tramo inundado y quedó ruedas arriba mientras atendía una emergencia.

En Mississippi, el Departamento de Seguridad Pública dijo que la estudiante de la Universidad Estatal Alcorn, Jayla A. Gray, de 19 años, murió la mañana del jueves cuando el auto en donde era pasajera se estrelló contra un árbol atravesado en una autopista cerca del pueblo de Port Gibson, a unos 100 kilómetros (60 millas) al suroeste de la capital Jackson.