Fin de la búsqueda. Los restos mortales del periodista Jamal Khashoggi, quien desapareció el pasado 2 de octubre tras ingresar al cónsul saudí en Estambul, habrían sido encontrados en el interior de la sede diplomática, según informa Sky News.
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El cuerpo estaría “descuartizado” y “desfigurado”, de acuerdo con la misma fuente, y habría sido hallado en el jardín del cónsul saudí, quien regresó a Arabia Saudita recientemente, cuando el escándalo se agravó.
Previo a la revelación del hallazgo, el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, denunció que el asesinato del periodista fue un “acto planificado” y perpetrado por un escuadrón de 15 hombres, al mismo tiempo que acusó al reino saudí de encubrir los detalles del crimen.
“Fue un asesinato político”, aseguró Erdogan, quien además explicó que el sistema de videovigilancia del consulado fue desactivado antes del atentado.
“Fue en Estambul donde se produjeron los hechos. En consecuencia, propongo que los 18 sospechosos (saudíes, detenidos en su país) sean juzgados en Estambul (…) La conciencia internacional no reposará mientras que todas las personas implicadas, desde los ejecutantes a los que dieron la orden, hayan sido castigados”, añadió.
El viernes, la Fiscalía General de Arabia Saudita había dicho que Khashoggi murió durante una pelea dentro de la legación diplomática, una conclusión que ha generado muchas dudas entre la comunidad internacional.
Detalles de este escabroso caso parecen haber salido a la luz en los últimos días. La semana pasada, medios internacionales habían filtrado la versión de que el cuerpo de Khashoggi había sido “cortado en pedazos” y que la víctima habría muerto el mismo día de su desaparición, tras un interrogatorio que “salió mal”.
Khashoggi, quien dejó Arabia Saudita y residía en Estados Unidos desde 2017, era un periodista crítico con el reino, y en especial con el príncipe heredero, Mohamed bin Salmán.
