Cuatro días después de ser liberada por una corte de apelaciones, tras pasar una semana detenida por el mismo caso, el destino de Keiko Fujimori, hija mayor del expresidente Alberto Fujimori (1990-2000), está otra vez en manos de la justicia.
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El nuevo pedido de la Fiscalía de Perú, de prisión preventiva por 36 meses (el máximo plazo contemplado por la ley), amenaza las aspiraciones de Keiko de lanzarse por la presidencia por tercera vez.
Su abogada, Giuliana Loza, criticó la petición del fiscal y lamentó haber tenido apenas 24 horas para preparar la defensa en un proceso tan complejo, diciendo que fue notificada el sábado para la audiencia de este domingo, la cual está programada para las 10:00 (hora local).
"¿Es posible analizar 9 mil 717 páginas (del expediente judicial) en ese tiempo para preparar la defensa?”, escribió en Twitter la defensora, quien calificó el pedido del fiscal como "un atropello y un abuso".
El fiscal de lavado de activos, José Domingo Pérez, pidió el viernes prisión preventiva para 12 dirigentes y cuadros fujimoristas, encabezados por Keiko, a quienes acusa de recibir y encubrir 1.2 millones de dólares de la empresa brasileña Odebrecht a la campaña electoral de Keiko, en 2011.
La petición debe ser resuelta por el juez Richard Concepción Carhuancho, del Primer Juzgado de Investigación Preparatoria, contra quien Keiko presentó una petición para que sea apartado del caso. La justicia no ha tratado esta solicitud hasta ahora.
Apenas iniciada la audiencia de este domingo, la defensa alegó que faltaban documentos que debió entregarle la fiscalía y pidió más tiempo para armar sus argumentos, lo que fue concedido por el juez.
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"Se le da 24 horas a la fiscalía para que subsane los pedidos y una vez que lo haga convocaré de inmediato a audiencia", dijo el juez, agregando que suspendía la audiencia "a fin de garantizar a cabalidad el derecho de defensa".
Keiko, de 43 años, fue abanderada presidencial en 2011 y 2016. Perdió las dos veces en segunda vuelta ante Ollanta Humala (2011-2016) y Pedro Pablo Kuczynski (2016-2018), respectivamente, quienes también son investigados por supuestos aportes de Odebrecht.
Otros dos expresidentes peruanos también están bajo la lupa de la fiscalía, y por la misma causa: Alejandro Toledo (2001-2006), quien escapó a Estados Unidos, y Alan García (2006-2011).
Keiko también libra una guerra fratricida con su hermano Kenji, de 38 años, por el legado político de su padre, de 80 años, quien conserva popularidad por haber acabado con la guerrilla maoísta de Sendero Luminoso y controlar la hiperinflación heredada de su antecesor, Alan García.
En tanto, el expresidente y patriarca del clan Fujimori, permanece internado en una clínica de Lima bajo custodia policial, desde que hace dos semanas la justicia peruana anulara el indulto que se le otorgó en diciembre mientras cumplía una condena de 25 años de prisión por crímenes de lesa humanidad y corrupción.
*Con información de AFP
