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Emisoras Unidas celebra sus 54 años con varias propuestas para mejorar como país

La situación en Guatemala se ve marcada por diferentes problemáticas. Y este lunes, cuando se conmemora el 54 aniversario de Grupo Emisoras Unidas, se abordó este tema con representantes de diferentes sectores, quienes expresaron sus propuestas acerca de las posibles soluciones.

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¿Cuál es la propuesta para superar la polarización al país?

Ilse Álvarez, ex viceministra de Gobernación y criminóloga; Stuardo Ralón, abogado constitucionalista; Roberto Ardón, director del Comité Coordinador de Asociaciones Agrícolas, Comerciales, Industriales y Financieras (Cacif); Adrián Zapata, analista político; y Anabella Morfín, extitular de la Procuraduría General de la Nación (PGN), conversaron sobre cómo superar la polarización.

Respeto, voluntad, optimismo, propuestas y confianza, son los principales conceptos a los que se refirieron como parte de las soluciones.

Álvarez hizo un llamado al presidente Jimmy Morales, quien “además de representar la unidad de la nación es un líder porque ganó las elecciones”, para que acuda a su capacidad de reflexión y pueda sentarse con opositores políticos y con quienes no comparte su misma opinión.

La exfuncionaria indicó que para avanzar hace falta el respeto, pedir disculpas y agradecer. “El gobierno debe ser respetuoso de las decisiones de la Corte de Constitucionalidad, aunque no las comparta, eso mantiene el ordenamiento; pedir disculpas por los errores y agradecer al pueblo el voto”, pues esa respuesta del Gobierno permitiría regresar al equilibrio social, dijo.

Ralón indicó que se ha vivido en los últimos dos años una tensión que ha llevado mucha crítica destructiva y menoscabo a la institucionalidad del país, y lo que corresponde es pasar a propuestas constructivas, por medio de un debate de ideas con respeto y con propuesta. “Eso permitirá fijar objetivos y metas comunes donde se pueda trabajar”.

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“Antes de las redes sociales se vivió la época de guerra donde la anulación de quienes no se compartían los pensamientos era por medio de causarles la muerte. Hemos llegado a un punto de polarización tal que pareciera una nueva guerra ideológica por tomar el poder, donde ahora se pretende matar a la persona anulando su credibilidad y descalificándola”, puntualizó.

Por su parte, Ardón destacó que en toda sociedad siempre hay puntos de vista diferentes, lo cual calificó como deseable y ante lo cual no se debe temer, sino que lo importante es encontrar los caminos para ventilar esas diferencias.

Su opinión se enfocó en la necesidad de que exista confianza, pues cuando los actores en una sociedad carecen de ella es difícil reconstruir el tejido social que permita reducir polarización y encontrar puntos de consenso. “La confianza trae credibilidad”.

Para Zapata, las crisis siempre son opciones de oportunidad, por lo cual actualmente los guatemaltecos tienen la posibilidad de pensar en una superación de la crisis con un planteamiento que no se restrinja a tratar de resolver los problemas coyunturales.

“El tema es mucho más profundo. Si no hay una cohesión social no es posible evitar crisis como las que estamos viviendo. Ojalá esta situación se use para abordar los problemas de fondo, por medio de una visión de mediano y largo plazo con el planteamiento de una agenda mínima”, señaló.

En tanto, la exprocuradora General de la Nación manifestó que sin diálogo es imposible llegar a la paz. “Del disenso pueden ir saliendo posturas que pueden ser la solución al país. El diálogo respetuoso ha hecho falta porque desde siempre ha habido posicionamiento que no permite transigir. Si hay voluntad de romper las barreras que se han creado entre diferentes sectores, podemos superarlo”.

¿Cuál es el papel de la sociedad civil la supera la confrontación en Guatemala?

Otro tema abordado durante la transmisión especial del aniversario de Emisoras Unidas fue el papel que la sociedad civil debería jugar para dejar atrás la confrontación.

Helen Mack, de la Fundación Myrna Mack, consideró que el problema que se ha tenido en Guatemala es de actitud, pues el qué hacer siempre se ha sabido y se ha dado varios diálogos, pero hubo un desencanto porque estos se han utilizado como un mecanismo de neutralización.

“Quienes estamos haciendo propuestas, resulta que tenemos que ceder a base de concesiones, no porque realmente queramos llevar a cabo el verdadero cambio estructural. Cuando me refiero a actitud es: a mí manera, o no hay manera. Es una propuesta siempre de un gana-pierde o pierde-pierde, nunca de gana-gana”, dijo.

Hugo Maúl, investigador del Centro de Investigaciones Económicas Nacionales (CIEN), coincidió en que muchas veces el diálogo se utiliza como un mecanismo para dejar que pase el tiempo, que baje la tensión y eventualmente se olvide un tema, pero en realidad no hay mucha voluntad de dialogar.

“No hay un deseo de construir algo, sino simplemente ir a defender posiciones que cada quien lleva a la mesa. Otro problema que veo es que nunca están los que son y nunca son todos los que están, por lo que no se logra la legitimidad en este tipo de proceso. Aún así, creo que hay que seguir dialogando”, manifestó.

Mientras tanto, Carolina Escobar Sarti, escritora, columnista de prensa y doctora en sociología, consideró que hay intereses muy particulares que se resisten a que la corrupción deje de ser el método y siguen queriendo sostener un orden.

“Pareciera que fuera un diálogo de sordos, pero no, aunque nos falta acercarnos, conocernos y escucharnos más. Estamos cargados de cortoplacismo y no hay una visión estratégica, lo cual debe atenderse, creando una visión de largo plazo”, manifestó.

Carlos Mencos, excontralor General de Cuentas, aseguró que no cree en las ideologías hoy por hoy, sino en las pasiones desmedidas, que consideró “es lo que nos está poniendo en una situación de riesgo social permanente”. Ante ello, opinó que es necesario conversar de forma civilizada y pensar que el país necesita de todos en los diferentes espacios de participación.

Mientras que Roberto Molina Barreto, abogado y expresidente de la Corte de Constitucionalidad (CC), señaló que la sociedad debe ser visualizada como un torbellino de la cual sale todo tipo de liderazgos. El problema toral, según él, es que con mucha facilidad se desubican los diferentes grupos que la conforman y “se adueñan de la verdad y la sensibilidad social”.

Por ello consideró que la forma de salir de esta crisis es tener enfrente dos mapas: el del país y la Constitución. “Si todos nos ubicamos y hacemos lo que nos corresponde, creo que solucionaremos esta crisis”, dijo.

En tanto, Manfredo Marroquín, presidente de la junta directiva de Acción Ciudadana, señaló que el país no está solo en medio de esta crisis, sino con un proceso electoral muy atípico que incluye partidos en proceso de cancelación, incertidumbre en el tema de candidaturas y sin una abierta campaña anticipada.

“Es un proceso que solo lo podemos entender como un cambio para el país y lo veo como muy positivo. Creo que el país necesitaba romper esa inercia perversa que traía, de un proceso político completamente corrupto y viciado, donde básicamente lo que competía no eran los liderazgos, sino el dinero. Va a ser un momento para que surjan esos nuevos liderazgos, porque si no los hay no hay posibilidades de diálogo”, añadió.

¿Cómo fortalecer la inversión, la competitividad y facilitar fuentes de trabajo para mejorar el nivel de vida de los guatemaltecos?

El tema económico relacionado con Guatemala también fue abordado en Emisoras Unidas. Jonathan Menkos, director ejecutivo del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi), dijo que es importante discutir un cambio estructural del modelo económico, que también pasa por cambios en la política fiscal.

El experto añadió que el modelo económico que se ha implementado no ha dado resultados satisfactorios, por lo que la sociedad necesita mejorar su sistema de protección social, educación, salud, seguridad social, cumplimiento del derecho laboral y a la par de esto promover inversiones nacionales y extranjeras para poder salir adelante.

Abel Cruz, jefe de la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT), señaló que la entidad a su cargo tiene el reto de promover el clima de competitividad, inversión y facilitar el comercio por el tema aduanero, aunque todos esos conceptos se deben basar en el control. A su criterio, se debe buscar una política de Gobierno electrónico.

“Somos una entidad a la que le compete fiscalizar los tributos, por lo que nosotros tratamos de no ser un freno para el desarrollo de la economía y mantener un equilibrio. Ese es el gran aporte que nosotros como SAT queremos dar, mejorando los procesos y haciéndolos más efectivos”, aseguró el superintendente.

Javier Zepeda, director ejecutivo de la Cámara de Industria, destacó que el reto que tiene el país necesita que todos los sectores se involucren. Una de las principales acciones para salir adelante es fortalecer las instituciones y no personalizarlas.

A su criterio, la certeza jurídica es el paso fundamental que requiere el país actualmente, ya que no existe y se ven decisiones de las Cortes que están matando la inversión, y con ello se mata el empleo, se genera más pobreza y por lo tanto más migración. Resaltó que es importante continuar la lucha contra la corrupción y el contrabando a largo plazo.

Paul Boteo, director ejecutivo de la Fundación Libertad y Desarrollo, destacó que debe comprenderse que antes de la coyuntura y la situación que actualmente presenta el país, este no iba a ninguna parte. En Guatemala hay una gran deficiencia es que el sistema político no está funcionando como debe ser, agregó.

“Se nos quiere hacer vender la idea que antes estábamos muy bien e íbamos rumbo al desarrollo, pero no íbamos a ninguna parte con los índices sociales que teníamos y la baja inversión”, manifestó, por ello los guatemaltecos deben comprender que se debe construir un Estado nuevo y funcional.

Y Renzo Rosal, analista apolítico, se enfocó en que los cambios pueden surgir del proceso electoral de 2019. “Muy probablemente tengamos desafíos similares a los de 2015, otra oportunidad de poder aprovechar este proceso para generar cambios, donde haya propuestas serias y contundentes”, dijo.

Consideró que todo indica que el próximo año puede ser una oportunidad perdida, en la medida de que no se exija a los partidos políticos. Por lo que para superar el proceso se debe entrar a una dinámica de recuperación de la institucionalidad y de dejar este ambiente donde la sociedad está enfrentada y polarizada. Lo principal es tener esa exigencia de parte de la ciudadanía, afirmó.

¿Cuál es el escenario político del país de cara al proceso electoral?

Cuando faltan aproximadamente tres meses para que se haga la convocatoria a las elecciones generales de 2019, el tema de los comicios y cómo pueden ser una vía para buscar mejoras para el país, se abordó en Emisoras Unidas.

Mario Aguilar Elizardi, magistrado presidente del Tribunal Supremo Electoral (TSE), consideró que el panorama es bastante complejo y que podrían surgir cambios, ya que existen algunas inconstitucionalidades que mantienen en un impase este tema y no se sabe aún cómo serán resueltas.

“Nos hace cuesta arriba al Tribunal, estábamos preparándonos para llevar a la práctica lo que dice la normativa, pero en el supuesto de que se expulse esa norma que se pide habría que dar un giro bastante grande”, dijo e hizo un llamado a la Corte de Constitucionalidad (CC) para que resuelva las diferentes acciones lo antes posible.

Julio Solórzano, magistrado del TSE, destacó que el elemento fundamental en el proceso electoral es el ciudadano, por lo que debe actuar con ética desde los diferentes ámbitos. Además, se refirió a la importancia de que quienes integran los partidos políticos razonen y mediten sobre quiénes van a postular, pues de ello depende un proceso de este tipo.

Mientras que María del Carmen Aceña, exministra de Educación, opinó que hay muchas variables para el próximo proceso, y hay que ser cuidadosos en no solo señalar y protestar, porque los cambios fueron resultado de lo que muchos en la plaza solicitaban. “Tenemos que tener paciencia, no exigir más allá de lo que el TSE puede hacer, y ser conscientes de que va a ser un procedimiento distinto, también recordar que la forma de votar sigue siendo la misma y lo que vale es el voto de cada ciudadano”, señaló.

Por su parte, Carlos Luna Villacorta, exmagistrado de la CC, ve preocupante que haya tardanza en las resoluciones de la Corte, por lo que espera que sea en esta semana que se emitan los fallos correspondientes. “De no hacerlo va a ser un gran problema para el proceso electoral en sí”.

Luis Fernández Molina, experto en derecho constitucional y exmagistrado de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), aseguró estar tranquilo ante el proceso electoral, porque a su criterio está en manos de magistrados honestos y dignos, así como demás equipo que forma parte de este.

Pero se mostró “muy intranquilo” por la normativa que aplicará el TSE. “Hago un llamado directo y serio a la CC para que resuelvan. Estamos en el umbral de las elecciones y las reglas del juego todavía no están claras”, expresó.

En tanto, Arabella Castro, exministra de Educación y expresidenta del Congreso, creo que este Gobierno y la crisis que conlleva el mismo, están prácticamente están con los pies en la salida, porque los ojos de los guatemaltecos están puestos en las elecciones.

Según ella, una de las pocas instituciones que aún se respeta en Guatemala es el TSE. “Nos tenemos que sentir dichosos los guatemaltecos de tener años ejemplares donde pudimos confiar en nuestro voto”, aseguró.

También hizo un llamado a los ciudadanos para que no voten por una “cara bonita” o por quien les da obsequios, sino por alguien que en realidad pueda guiar el país en los próximos cuatro años.

De igual forma, recomendó al TSE a que, ya sea con la resolución de la CC o sin ella, den a conocer a los partidos políticos una guía de esas normativas y de cómo se aplican.

¿Cómo facilitar el diálogo entre los sectores divididos para lograr una agenda de nación?

Adela de Torrebiarte, excomisionada para la Reforma Policial, consideró necesario que ya se tienen muchos consensos en la actualidad, como común denominador está la búsqueda de desarrollo y se mantenga la lucha contra la corrupción.

“No somos felices los guatemaltecos viendo un país tan confrontado y lo que falta es el espacio para dialogar. Tiene que haber un buen liderazgo, mucha voluntad y encontrar temas comunes para empezar a avanzar en ellos”, señaló la exfuncionaria, quien además resaltó que debe haber participación de los políticos.

Carmen Rosa de León Escribano, socióloga, antropóloga y directora del Instituto de Enseñanza para el Desarrollo Sostenible (Iepades), destacó que es indispensable para alcanzar objetivos comunes que se tenga una población informada.

La entrevistada ve necesario que se plantee un diálogo basado en dos aspectos fundamentales: salir de la coyuntura para entrar en una visión estratégica de mediano y largo plazo. “Debemos tener ciudadanos participativos educados políticamente e informados y que la auditoría social se mantenga”, dijo.

Por aparte, Jordán Rodas, procurador de los Derechos Humanos, opinó que tampoco hay que obsesionarse con un diálogo, especialmente si no se dan las condiciones para ello.

Él cree que el paso inicial es que los distintos sectores hagan un “mea culpa”, también debe existir respeto para toda la ciudadanía, sumar la dirigencia sindical y a los sectores campesinos. “Si queremos cambiar debemos hacer las cosas distintas. Tener la madurez de decir que nos hemos equivocado todos y respetar el orden jurídico”, puntualizó.

El director ejecutivo de la Fundación para el Desarrollo (Fundesa), Juan Carlos Zapata, indicó que la falta de representación, donde la propia población siente que los partidos políticos no expresan sus ideales, hacen que estas organizaciones no tomen el rol necesario y el compromiso para generar cambios positivos para el país.

“Cuando empezamos a trabajar temas puntuales, es mucho más fácil llegar a acuerdos. Hay acciones sobre las que se han venido trabajando y creo que nos afectan a todos y empiezan a tener una reacción de parte de partidos políticos”, señaló, y como ejemplo citó el tema de infraestructura, donde ya se creó una ley en el Congreso.

En tanto, Jorge Luis Donado, procurador General de la Nación, opina que la situación actual del país fortalece las instituciones porque las diversas posturas que se asumen dejan la necesidad de buscar cambios y apostar por fortalecer aún más la institucionalidad. “Es importante el compromiso de cada uno de los funcionarios y la auditoría social”.

Agregó que el país está a las puertas de un proceso electoral, que no puede ser el mismo, y hay que estar atentos a las propuestas de los diferentes partidos que pretenden participar, porque en estas se debe generar el enfoque de fortalecer las instituciones. También mencionó que la ciudadanía debe poner atención en la agenda legislativa que se propone y otros temas.

Omar Barrios, director del Centro de Estudios de Derecho, dijo que casi siempre que se habla de diálogo no se establece una metodología. En ese sentido, consideró que se debe trabajar en pequeños diálogos para abordar los temas como seguridad, economía, aspectos sociales, entre otros.

Por aparte, destacó que el diálogo debe ir “empujando” que se dé cumplimiento a esas diferentes temáticas. Es decir, que las pláticas deben ir de la mano de las acciones.

¿En qué puede la juventud contribuir al desarrollo político y social del país?

Carla Caballeros, de la Cámara del Agro, destacó que los más importante para los jóvenes es no repetir los patrones que tiene la política tradicional en Guatemala.

En tanto, Roberto Alejos, expresidente del Congreso, se refirió a la necesidad de que la juventud opine, pero también participe.

Pedro Cruz, fundador de Jóvenes por Guatemala, envió un mensaje a este sector de la población: “Hay que atreverse a participar, no ser apáticos y no ser espectadores, estar dentro del ruedo donde se toman las decisiones, donde está la acción y ser parte de ese cambio, porque si no se participa no se puede estar criticando”.

Y Rafael Espada, exvicepresidente de la República, consideró que la juventud es la base del país. “Hay que encaminarla, guiarla, pues son gente muy productiva y hay que darles un camino”.

José Eugenio Garavito, de Guatemala Inmortal, los jóvenes deben involucrarse desde temprano a ejercer el derecho y espíritu de la política. “Guatemala se forma con política, no aislado y metido entre cuatro paredes, sino que exigiendo los derechos y respetando las obligaciones para con el país”, manifestó.

Edgar Ortiz, director del área jurídica de la Fundación Libertad y Desarrollo, ve un compromiso importante de parte de la juventud el trabajar en esta incipiente democracia. “Nuestros padres pelearon por esa transición y a los jóvenes nos corresponde pelear por esa democracia que tanto costó y por construirla”, dijo.

¿Cómo lograr consensos en un país dividido por temas políticos e históricos?

Raquel Zelaya, presidenta de la Asociación e Investigación y Estudios Sociales (Asíes), opinó que se debe tratar de sacar ventaja del año electoral para que los consensos sean sobre cuáles deben ser los contenidos mínimos de un programa de Gobierno, porque la agenda en sí está aceptada, pero falta quién convoca.

“Se debe tomar en cuenta las élites y liderazgos de fuera de la capital. Creo que este contexto da para que esas preocupaciones compartidas puedan unirse en un consenso de agenda mínima de plan de trabajo”, manifestó.

Juan Carlos Paiz, empresario, excomisionado para la Competitividad y actual presidente de Fundesa, dio a conocer que el principal requisito para un buen diálogo es el espíritu de diálogo, que es querer escuchar y poder llegar a un consenso con alguien.

“Hay mucha ausencia en Guatemala de ese espíritu, porque todos quisieran controlar lo que salga de ese proceso, entonces cuesta mucho sentarse a una mesa con gente que esté en esa posición”, consideró.

El abogado e investigador del Centro de Estudios de Guatemala, Oswaldo Samayoa, ve necesario entrar en un proceso de mutación del contexto, pues la sociedad no está de acuerdo con el sistema de partidos políticos y está exigiendo cosas diferentes, así que debe haber un diálogo en ese contexto.

“Mientras más tarde la discusión de los diferentes temas, se aplaza más la crisis y eso debilita la confianza, se debe entrar a un diálogo serio”, expuso.

En opinión de Juan Francisco Sandoval, jefe de la Fiscalía Especial contra la Impunidad, la base de todo diálogo debe ser la premisa de la no imposición, pues el grave problema que se ha tenido históricamente en Guatemala es creer que solo una opinión debe prevalecer y las voces disonantes deben ser acalladas.

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